Paz Velasco es abogada penalista y criminóloga. La letrada ha investigado la maldad humana con conclusiones demoledoras. En el caso de las féminas, Velasco viene a desmontar por completo la teoría de las feministas, quienes presentan a las mujeres como seres inofensivos víctimas del hombre.
El estudio de la experta vallisoletana se recoge en su nuevo libro, recientemente publicado, Criminal-mente (Editorial Planeta). La abogada no tiene pelos en la lengua y saca a luz los asesinatos cometidos por mujeres, cuál es el modus operandi favorito de las psicópatas y por qué más de la mitad de niños asesinados han sido a manos de sus madres. La autora establece una diferenciación con los hombres, pero deja claro que el género femenino también es capaz de matar.
- ¿La maldad y los crímenes no tienen género?
No, en absoluto. Las mujeres han matado a lo largo de la historia al igual que el hombre. En la actualidad, la delincuencia femenina se ha convertido en un problema social por el elevado número de delitos. Existen mujeres sicarias no sólo en México sino en todo el mundo, son asesinas a sueldo, también hay mujeres narcotraficantes, mujeres al mando de grupos de trata de blancas, mujeres que matan a sus maridos, hijos o incluso a la familia entera. No somos seres inofensivos, sólo que la forma de matar y las motivaciones para hacerlo son diferentes en hombres y mujeres. Los varones asesinos tienen un perfil de cazador, mientras que ellas son recolectoras a la hora de matar... Recogen la cosecha que ya no quieren.
- Entonces, ¿cómo mata una mujer?
La mayoría de asesinatos y homicidios cometidos por mujeres se hacen a través del método del envenenamiento. El 70% de ellas han utilizado esta antigua técnica desarrollada a lo largo de la historia. Es el arma homicida por excelencia de las mujeres y, a su vez, la más insidiosa. En el momento de cometer el crimen, la malhechora lo ha planificado y premeditado con tiempo. Es consciente de que está matando a su víctima y la persona ni siquiera lo sabe. Los datos nos hablan de veneno, sobre todo en la comida, en el pescado y el marisco en el caso de que quieran matar al marido y a los hijos. Hoy en día, también son muy utilizados los psicofármacos como las benzodiacepinas, los famosos tranquilizantes.
- Usted habla en su libro sobre las víctimas muertas a manos de mujeres, ¿qué lleva a una mujer a asesinar a alguien? ¿Son sus motivaciones distintas a las del hombre?
La primera causa por la que una mujer mata es por el lucro económico, por dinero. Quiere obtener un bien material, asesina para conseguir algo. El hombre es diferente, asesina para obtener poder, control y satisfacción sexual a través de la víctima. Digamos que el varón tiene un componente sexual en el homicidio o asesinato y es más impulsivo. En el caso de las mujeres, además de tener una motivación monetaria, también, como segunda causa de crímenes con muertos, son las emocionales: venganza, celos, envidia, odio puro, o simplemente, quieren quitar un obstáculo que le impide prosperar en sus vidas y les supone una carga para sus metas.
- ¿Y quiénes suelen ser sus víctimas?
El marido o los hijos, a veces ambos. Esto se da en un porcentaje muy alto. Por ejemplo, el reciente caso de "la Maje", María Jesús Moreno, que lleva desde el 12 de enero en prisión por el crimen de su marido el ingeniero Antonio Navarro, al que apuñaló en el garaje de su casa de Patraix (Valencia) junto a uno de sus amantes. Ahora está en el centro penitenciario de Picassent. Es una "viuda negra", actuó porque quería quedarse con dinero de él, cobrar su seguro de vida y adueñarse de sus propiedades.
El móvil económico también se dio en el caso de Angie. La historia de esta asesina de Barcelona pone los pelos de punta, mató a su amiga y se hizo pasar por ella firmando en su nombre préstamos y seguros de vida por un millón de euros. Fíjate si estaba premeditado que la asfixió con una bolsa de plástico y después simuló un crimen sexual pagando a dos gigolós para que eyacularan en un recipiente. Después introdujo el semen en el cuerpo de su amiga ya fallecida. En estos momentos, a Angie también se la investiga por envenenamiento de su pareja en 1998.
- ¿Quiere decir que la violencia ejercida por la mujer se sirve en plato frío?
Las envenenadoras no son impulsivas, eso es cierto. El veneno es el arma del cobarde. Pero hay razones para haber desarrollado estas estrategias, y son biológicas. Al género femenino no le gusta la sangre. Y además, por naturaleza, las mujeres no pueden utilizar la fuerza para matar, por ejemplo, al hombre, y es por eso que han desarrollado este tipo de maldad fría y vengativa. Pueden dormir con su marido, mientras están pensando en cómo matarlo. Paquita Ballesteros, lo hizo y no sólo con su esposo, también envenenó a su bebé de cinco meses, su primera víctima, y después a la hija mayor y al marido. Los fue envenenando poco a poco hasta matarlos, y todo porque quería casarse con su amante y su familia era una carga para ella.
- ¿Y no podía haberse divorciado y ya está?
Eso lo hacen las personas normales. Paquita no tenía empatía alguna, como Patrick Nogueira, el asesino de Pioz, o Ana Julia Quezada, la asesina del niño Gabriel. Tienen anomalías cerebrales que les impiden ponerse en el lugar de la víctima, pero, ojo, son culpables y malos, muy malos. Saben lo que hacen, no son psicóticos, quienes son enfermos que no distinguen la realidad. Nogueira, Ana Julia o Ballesteros son psicópatas y un psicópata puede decidir no matar. El brasileño no dio marcha atrás y siguió adelante, es un psicópata no integrado, una persona llena de maldad, al igual que Paquita. Pero en nuestra sociedad tenemos muchos psicópatas que sí están integrados.
- Da miedo eso que dice, ¿podemos cruzarnos con psicópatas sin saberlo?
Así es. Hay psicópatas adaptados que tienen familia e hijos, pero que no matan. Estos suelen ocupar altos cargos o puestos de poder. En el caso de los hombres, suelen ser brokers, altos ejecutivos, políticos, CEOs de multinacionales, cirujanos...
- Y las mujeres psicópatas integradas, ¿dónde se encuentran?
En el mundo de la moda o la política, también lo vemos en el deporte o incluso en la propia familia o el gremio de empresarios y altas ejecutivas. Son personas que ostentan cargos de alta responsabilidad, directivas que no les tiembla el pulso a la hora de exprimir a modelos en las pasarelas hasta llevarlas a la extenuación. A cargo de ellas suele estar un buen número de personas y no les tiembla el pulso si sus decisiones destrozan familias o vidas. Una entrenadora de gimnasia rítmica fue acusada de torturar a sus deportistas con entrenamientos de 18 horas, es una psicópata integrada que buscaba el reconocimiento social y no tenía aprecio por su equipo, los utilizaba como instrumento, era una depredadora social.
- Los medios de comunicación, en muchas ocasiones, parecen justificar los crímenes cuando los comete una mujer haciendo un tratamiento informativo suave del asesinato. ¿Por qué cuando el agresor es un hombre es "crimen machista" y cuando es una mujer no hay definición que valga?
Porque no interesa al lobby feminista. La mujer presentada como víctima es un negocio para organizaciones, asociaciones y partidos políticos que viven de la subvención y el dinero público. Si empezamos a contar que el género femenino es igual de despiadado que el hombre y también es victimaria, acabamos con su chiringuito. Hay mucho dinero en juego. Pero siempre se empatiza si es una mujer y se busca qué fue lo que la llevó a matar al marido. Se escucha aquello de "él se lo merecía, así la tendría"….
- ¿Es por eso que han desaparecido los datos de hombres muertos a manos de su mujer en el Instituto Nacional de Estadística?
Sí, absolutamente. Desde la aplicación de la Ley de Violencia de Género con el Gobierno de Zapatero en 2006, no hay ningún dato de varones asesinados por sus parejas, tampoco de niños. Es curioso, dado que según la OMS, el 70% de niños son asesinados por sus madres. En este sentido, debemos hablar de violencia doméstica y no de violencia machista.
Un asesinato es un asesinato independientemente del género del asesino. En Francia, no se habla de crimen machista, se habla de crimen o asesinato y punto. En España, por decir esto me han bloqueado la cuenta en Twitter las feministas. No interesa que se sepa que también hay malas madres y esposas. Yo tengo muchos clientes varones destrozados. En la actualidad, una mujer puede dejar en 48 horas sin casa, sin dinero y sin hijos a un hombre si lo desea. Sin embargo, los medios de comunicación se empeñan en distorsionar esa realidad.
- ¿Estas mujeres psicópatas han existido siempre?
Siempre. Y también hay grandes asesinas en serie. Lo que ocurrió es que la criminalidad femenina no era estudiada en el siglo XIX. El criminólogo Cesare Lombroso se limitó a decir que la mujer no tenía capacidad para matar. Además, era muy difícil detectar las muertes por envenenamiento, no tenían medios y se cerraban los casos alegando "muerte natural". Hasta el siglo XX, los expertos no se dan cuenta de que, por ejemplo, enfermeras o cuidadoras envenenaban a sus pacientes, son las denominadas "Ángeles de la Muerte", cuidadoras o profesionales sanitarias que acaban con la vida de ancianos en residencias u hospitales.
La mujer también ha sido una asesina en serie, en nuestra historia encontramos a Locusta, la asesina que mató a 400 personas en nombre del Imperio Romano, estaba al servicio del Estado y cobraba por envenenar. Hay muchas más, lo que sucede es que no interesa a los grupos de poder financiados por el Estado dar a conocer que la mujer también lleva con ella la maldad humana.