La polémica sobre el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados vuelve a poner encima de la mesa la falta de competitividad del sistema tributario español. ¿Cuántos impuestos pagamos en nuestro país en comparación con el resto de socios europeos?
Impuesto sobre la Renta
El think tank sueco TIMBRO ha estudiado los tramos superiores del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, considerando tipos nacionales, regionales y locales. En términos conjuntos, los países que más impuestos cobran a las rentas altas son Austria (55%), Bélgica (54%), Dinamarca (52%), Finlandia (52%), Países Bajos (52%), Alemania (51%) y Eslovenia (50%).
Con la subida del IRPF anunciada para 2019, el gravamen se moverá en el 49%. Seremos el octavo país europeo que más impuestos cobra a las rentas altas, situándonos en niveles idénticos a Francia e Italia. Más baja es la presión fiscal observada en Irlanda (48%), Portugal (48%), Suecia (46%), Reino Unido (45%), Grecia (45%), Luxemburgo (44%), Polonia (32%), Letonia (31%), Eslovaquia (25%), República Checa (24%), Estonia (20%), Hungría (15%) y Lituania (15%).
Gravámenes empresariales
El informe Paying Taxes que elabora PwC para el Banco Mundial coloca a España entre los países de la UE-28 que más gravámenes aplica a las empresas. Este informe mide el Impuesto de Sociedades, las cotizaciones sociales repercutidas a los empleadores y otras figuras fiscales que recaen sobre las empresas. Según la evaluación de 2018, la presión fiscal que ejercen los gravámenes societarios llega al 62,2% en Francia. A continuación, el ranking sitúa a Bélgica (57,1%), Austria (51,8%), Grecia (51,7%), Eslovaquia (51,6%), República Checa (50%), Suecia (49,1%), Alemania (48,9%), Estonia (48,7%), Italia (48%) y, en el puesto número once, España, con un 46,9%.
Por debajo de España nos encontramos con diecisiete países europeos: Hungría (46,5%), Malta (43,9%), Lituania (42,7%), Países Bajos (40,7%), Polonia (40,5%), Portugal (39,8%), Rumanía (38,4%), Finlandia (38,4%), Letonia (35,9%), Eslovenia (31%), Reino Unido (30,7%), Bulgaria (27,1%), Irlanda (26%), Dinamarca (24,2%), Chipre (22,7%), Croacia (20,6%) y Luxemburgo (20,5%).
Impuesto de Patrimonio
En 1977, el Gobierno de España anunció la creación de un impuesto "temporal" cuyo objeto era gravar el patrimonio de los contribuyentes más acaudalados. Durante treinta años, el gravamen siguió en vigor, hasta que el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero optó por suprimirlo en 2008. Dicha medida se mantuvo apenas un trienio, puesto que el gobierno nacional volvió a introducirlo en 2011, con tipos que hoy llegan al 3,75% de los activos familiares. Eso sí: la aplicación de Patrimonio no ha sido plena, puesto que la Comunidad de Madrid se ha negado a recuperar esta figura fiscal.
¿Cuál es la situación del Impuesto de Patrimonio en el resto de Europa? A mediados de los años 90, los gobiernos de Alemania, Austria o Dinamarca abrieron la veda a la abolición del tributo. En los años 2000, países como Luxemburgo o Suecia recorrieron el mismo camino. El resultado es que solo España y Francia seguían aplicando el impuesto en 2016, si bien el gobierno galo anunció su abolición el pasado año 2017, dejando a nuestro país como el único miembro de la UE-28 que aplica un Impuesto de Patrimonio.
Sucesiones y Donaciones
La base de datos fiscales de la OCDE permite comparar el peso del Impuesto de Sucesiones y Donaciones en las distintas economías del mundo desarrollado. En clave europea, el país que más impuestos cobra por este concepto es Bélgica, puesto que su sistema tributario consigue por esta vía unos recursos equivalentes al 0,7% del PIB.
Por debajo de los niveles registrados en Bélgica aparece Francia, que ingresa el 0,5% del PIB con impuestos a las herencias y las donaciones, y Bulgaria y Países Bajos, donde la recaudación obtenida por esta vía es del 0,3% del PIB. España figura en el siguiente grupo de países, puesto que nuestro Impuesto de Sucesiones y Donaciones recauda el 0,2% del PIB, nivel muy cercano al que se da en Alemania, Dinamarca, Finlandia, Malta o Reino Unido.
Los ingresos fiscales conseguidos de esta forma son del 0,1% del PIB en Irlanda y Grecia. El impuesto está bonificado por completo o eliminado en Suecia, Italia, Austria, Portugal, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Rumanía, República Checa, Croacia, Chipre, Letonia, Lituania, Hungría…
Impuestos hipotecarios
La decisión del Tribunal Supremo sobre el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados ha despertado un encendido debate sobre la conveniencia de mantener en pie este gravamen. En clave europea, este tributo no existe en Reino Unido, Alemania u Holanda. Sí existe en Italia o Francia, pero su peso es mucho menor: para una hipoteca de 200.000 euros, supone 500 euros en el país transalpino y 120 euros en la república gala.
España se sitúa a la cabeza de Europa en impuestos hipotecarios. En nuestro vecino Portugal, por ejemplo, se cobra el "impuesto del sello", que acarrea un desembolso de 1.200 euros sobre una hipoteca de 200.000 euros. Sin embargo, en el caso de España y su impuesto de Actos Jurídicos Documentados, el mismo supuesto acarrea 2.800 euros.