Juergen B. Donges es Catedrático Emérito de la Universidad de Colonia. Ha sido asesor del Gobierno federal alemán para promover la reforma del sector público y para impulsar una agenda de desregulación. Además, Donges ha presidido el Consejo de Expertos Económicos, un ente conocido popularmente como el grupo de los cinco sabios que asesora en materia económica al gobierno de la república teutona.
Buen conocedor de nuestro país, Donges acostumbra a visitar anualmente la Fundación Rafael del Pino para compartir con el público madrileño sus reflexiones sobre el rumbo de la economía. Este 2018, su comparecencia en el auditorio de la capital española se ha centrado en los desafíos proteccionistas que enfrentan las empresas de Occidente.
"El repliegue de la libertad comercial es algo muy, muy serio. Siempre lo ha sido, porque el proteccionismo conlleva peores resultados económicos y eso alienta un peor clima político. En el contexto actual, el proteccionismo llega en el peor momento posible, porque las expectativas económicas en Occidente se están deteriorando", empezó el experto.
"En España no sabemos si hay un Gobierno. Más que un Gobierno, parece que lo que hay es una mera improvisación de medidas sin visión de largo plazo. En Italia gobiernan populistas de izquierda y derecha que están poniendo en peligro la Eurozona. En Alemania, Ángela Merkel está contra las cuerdas. Y en Reino Unido han decidido abandonar la Unión Europea. El entorno es de clara incertidumbre. Hay riesgos a la baja que ya son una realidad. Pero a todos ellos tenemos que sumarle ahora la amenaza del proteccionismo", apuntó el economista teutón.
Donges recordó que "controlar el comercio es mucho más difícil hoy que antaño. Plataformas como Amazon operan más allá de las fronteras tradicionales. Y esto genera nuevos dilemas. Por ejemplo, si España impone un gravamen a los servicios digitales, ¿acaso no puede reaccionar Trump diciendo que tal impuesto es un arancel a las importantes compañías americanas que operan en ese mercado?". "Si prospera la idea de imponer un impuesto digital, será evidente que estamos entendiendo mal los retos de la digitalización. Hay que adaptarnos y facilitar el cambio empresarial", añadió.
Centrándose en la agenda comercial de Donald Trump, el conferenciante describió al presidente norteamericano como "líder neo-mercantilista" que "no parece conocer la teoría económica de Smith o Ricardo" y que solamente parece estar preocupado "por restringir las importaciones y aumentar las exportaciones".
Sin embargo, el teutón también cargó las tintas contra la Comisión Europea. "Bruselas no es tan librecambista como a menudo se dice. Desde antes de Trump, los aranceles a la importación de bienes y servicios son mayores en Europa que en Estados Unidos. A eso hay que sumarle las medidas anti-dumping, que ignoran numerosos informes en los que se desmonta la tesis de que ciertos intercambios comerciales que hoy están restringidos sean casos de competencia desleal. De hecho, la Comisión Europea confunde a menudo la competencia desleal con la mera ventaja competitiva. Y no hay que olvidar también la Política Agraria Común, que concentra el grueso del presupuesto europeo y supone un esquema de proteccionismo absoluto en el sector agrícola. Estas medidas, por cierto, golpean a los agricultores y ganaderos de países africanos, que son precisamente los lugares de origen de muchos inmigrantes. Además, son restricciones comerciales que perjudican a los productos americanos, no solo estadounidenses sino también del sur del continente".
Mirando a la economía global, Donges opuso "el sistema libre occidental" al "sistema autoritario" de gigantes como China o Rusia. El experto germano señaló que, "a diferencia de lo que ocurrió en la Guerra Fría, este choque ya no opone liberalismo a comunismo, puesto que el país asiático mezcla medidas de mercado con políticas intervencionistas. Cuando le conviene, desarrolla un marco más abierto. Y cuando no le conviene, restringe el mercado".
El Catedrático Emérito de la Universidad de Colonia terminó su intervención apuntando que "quien aplica medidas intervencionistas termina haciéndose daño a sí mismo. Se pierde el pulso competitivo con el resto de economías globales y se encarecen los precios de los bienes y servicios".
Como respuesta a la amenaza proteccionista, Donges pidió "reactivar el tratado TTIP que pretendía facilitar el comercio entre Estados Unidos y Europa, aunque sea renunciando a algunos de los avances esperados", y también planteó "desmontar la Política Agraria Común y los programas de ayuda al desarrollo a cambio de facilitar los intercambios con los países emergentes que ahora mismo exportan inmigrantes al no poder exportar productos".