De cara al año 2018, el Ayuntamiento de Madrid anunció inversiones por 854 millones de euros. De enero a septiembre, datos oficiales de ejecución presupuestaria recopilados por Ciudadanos acreditan que apenas se han concretado desembolsos por un monto de 160 millones de euros. A falta de un trimestre, el gobierno de Manuela Carmena solo ha invertido el 18% de lo prometido a la ciudadanía.
Ante el grave problema de movilidad que enfrenta la capital de España, resulta preocupante comprobar que el presupuesto del consistorio apenas reservó 26,5 millones de euros a inversiones en infraestructuras. Esto supone que, en teoría, solo 3 de cada 100 euros de gasto se iban a destinar a mejorar las vías de transporte de la Villa y Corte.
Pero, si acaso ya resulta preocupante el comprobar que Carmena y su equipo reservaron apenas el 3% de su presupuesto de inversiones a la mejora de las infraestructuras de la ciudad, más alarmante aún es el hecho de que, transcurridos nueve meses del año, los gastos desembolsados en este capítulo apenas lleguen a 387.000 euros, lo que equivale a un mísero 1,5% del gasto prometido.
Cierto es que los presupuestos deAhora Madrid también contienen otro capítulo de gasto que puede contribuir a mejorar la movilidad en la capital. Se trata del fondo reservado a tráfico, estacionamiento y transporte público. Sin embargo, los datos de ejecución presupuestaria vuelven a poner en tela de juicio las prioridades del equipo de gobierno local.
Así, de los 854 millones de euros reservados inicialmente para todo tipo de inversiones, el equipo deManuela Carmenasolo consignó 2,9 millones de euros a este tipo de actuaciones. Pero, para rizar el rizo, la ejecución de dichas inversiones apenas llegó al 25% entre los meses de enero y septiembre. De modo que, en la práctica, solo se han invertido 745.000 euros sobre un presupuesto general de 854 millones: un 0,09%.
Esta semana, el gobierno de la capital ha sido denunciado ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid por el proyecto conocido como Madrid Central. La iniciativa pretende cerrar al tráfico los barrios más céntricos de la capital y ha recibido fuertes críticas por parte de la oposición, hasta el punto de que la querella ha sido presentada por el grupo municipal del Partido Popular.
Pero la guerra al coche del Ayuntamiento comunista no es ninguna novedad. Entre 2015 y 2017, el gabinete de la "marca blanca" de Podemos eliminó para el tráfico de coches cerca de 30 kilómetros de carriles. El propio consistorio ha admitido que las restricciones al automóvil no contribuyen a reducir las emisiones contaminantes, pero esto no ha evitado que Carmena y los suyos insistan en la vía prohibicionista. El caso es que, para mejorar la circulación en la Villa y Corte, la inversión que está dejando de realizar el consistorio es vital.