Jair Bolsonaro se ha convertido en el nuevo presidente de Brasil, tras vencer en la segunda vuelta al socialista Fernando Haddad. En lo económico, Bolsonaro ha servido como balón de oxigeno para la bolsa brasileña, gracias a una agenda económica que apuesta por el libre mercado y las rebajas fiscales.
Después de 18 años de mandato ininterrumpido del Partido de los Trabajadores en Brasil, el déficit público es del 7,45% y la deuda pública supera el 77,3%. Durante la campaña, Bolsonaro ya aseguró que reducir estos dos porcentajes será una prioridad durante su mandato. Quizá por ello la victoria del centro derecha está siendo bien recibida por inversores y empresarios. Aunque, eso sí, no será algo fácil. Brasil tiene un Parlamento fragmentado y muchos analistas llaman a la cautela, sobre todo teniendo en cuenta lo ocurrido en Argentina con Mauricio Macri.
Bolsonaro se ha mostrado claro en sus mensajes de campaña. "Nuestro Gobierno romperá paradigmas: vamos a confiar en las personas; vamos a desburocratizar, simplificar y permitir que el ciudadano o el emprendedor tenga más libertad para crear y construir su futuro", aseguró el presidente electo.
El plan es claro: reforma fiscal y privatización de muchas compañías estatales. En un principio, Bolsonaro quiere privatizar 147 empresas de titularidad pública que supondrían unos ingresos estimados de 180.000 millones de dólares para el país. "Asumí el compromiso de reducir el número de ministerios y extinguir y privatizar gran parte de las empresas estatales que hoy existen", escribió el aspirante del Partido Social Liberal (PSL) cuando se encontraba recuperándose en el hospital de una puñalada recibida en la campaña electoral.
Entre esta gran abanico de empresas, destaca la televisión estatal. TV Brasil fue creada por el expresidente Lula da Silva y comenzó sus transmisiones en diciembre de 2007. Es de propiedad de la Empresa de Comunicaciones de Brasil, la cual recibe fondos del presupuesto federal. Bolsonaro también contempla su venta o cierre.
Por el momento, el presidente ha fichado para su equipo a Paulo Guedes, liberal ortodoxo de la Escuela de Chicago. Guedes será ministro de Hacienda. Además, con esta decisión, Bolsonaro ha confirmado lo defendido durante campaña: quiere técnicos al frente de los ministerios y no políticos. En su programa electoral, Trumpinho -como le llaman algunos en Brasil por la similitud con Donald Trump-, ha asegurado que apostará por la economía de mercado, ya que ha sido "históricamente el mayor instrumento de generación de renta, empleo, prosperidad e inclusión social". Gracias a este modelo "miles de millones de personas están siendo salvadas de la miseria", aseguró en el programa.
El 1 de enero, Jair Bolsonaro tomará el mando de Brasil y sus dos prioridades en lo económico pasan por reformar el sistema de pensiones brasileño, plantear una reforma fiscal y comenzar una transición para privatizar esas 147 compañías. La economía carioca necesita un fuerte empujón, ya que durante 2015 y 2016 ha vivido la peor recesión de su historia, aunque se espera que este año vuelva a crecer un 1,34%.