Médicos, científicos y biólogos españoles se han unido para declarar la guerra a la homeopatía y a cualquier tratamiento que se ofrezca en farmacias y no cuente con aval científico. En una carta abierta a la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, firmada por cincuenta investigadores de nuestro país, los expertos han querido comunicar a la sociedad el peligro subyacente detrás de estos métodos para los pacientes.
La polémica no ha tardado en desatarse. En España, 15.000 farmacias recogen en sus expositores productos homeopáticos, según la Federación Española de Médicos Homeopáticos.
Por su parte, la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP) tiene un objetivo claro: "Sacar todo lo que sea homeopático de las farmacias". Sin embargo, la ministra de Sanidad ya ha anunciado que el Gobierno socialista no va a modificar ninguna ley, y por ahora, las farmacias podrán seguir dispensando este tipo de tratamientos, recordando al usuario que "no cuentan con demostración científica".
Hay que tener en cuenta que la venta de medicamentos homeopáticos se encuentra regulada en España por la ley del medicamento (Ley 29/2006 de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios). Por tanto, serán los establecimientos farmacéuticos los que pueden ofrecer este tipo de medicina, descartándose los herbolarios porque, en ese caso, se estaría incurriendo en un delito. En base a la legislación, son las propias farmacias las que pueden decidir si deciden ofrecer homeopatía o no. Pero, la APETP cree que los medicamentos homeopáticos deben salir de las farmacias ya que "desde el punto de vista científico no está probada la eficacia", asegura Elena Campos, presidenta de la APETP y doctora en biomedicina.
"Hay un gran riesgo de que los pacientes abandonen terapias efectivas. Algunas pseudoterapias pueden tener efectos negativos sobre la salud. Suelen producir daños económicos o morales en los pacientes", desvelan desde la APETP. "Tenemos decenas de casos de pacientes afectados por la homeopatía", confiesan las fuentes consultadas. Sin embargo, y a pesar de que la oposición de la gran parte de la comunidad científica que califica la homeopatía de "artes mágicas y terapias falsas", la industria sigue en pie, vivita y coleando. ¿Por qué?
"Es una nueva religión"
Isidoro Martínez, director del proyecto Qué Mal Puede Hacer, portal web creado para informar y prevenir a pacientes susceptibles de la toma de los medicamentos sin eficacia probada, pone de manifiesto que"la homeopatía es una religión que mueve millones de euros pero nosotros no buscamos ilegalizarla, ni su prohibición. Sólo queremos sacarlas de las farmacias porque se le otorgan a estos medicamentos un halo de credibilidad científica que no tienen", apunta Martínez.
En la misma línea va el comunicado circunscrito por los especialistas en ciencias médicas quiénes alegan que en el documento que "en los últimos años existe un auge de las pseudociencias y de las terapias mágicas, más comúnmente conocidas como terapias alternativas o terapias complementarias. La proliferación de estas mal llamadas terapias está poniendo en riesgo médico a un grupo de población especialmente vulnerable, aparte de estar esquilmando los recursos económicos de sus adeptos", recogen en el informe.
Las muertes de Rosa Morillo y Mario Rodríguez, enfermos de cáncer que abandonaron su tratamiento con quimioterapia por métodos pseudocientíficos, han provocado la indignación y el rechazo público de buena parte del gremio sanitario. "Lo peor es que hay médicos colegiados que han llegado a recomendar a sus pacientes que se sometan a tratamientos que sólo están compuestos de agua y azúcar", aluden desde la APETP. Asimismo, el fundador de Qué Mal Puede Hacer, declara que "la homeopatía es inocua y su éxito radica en que el efecto placebo que produce al enfermo".
Por su parte, la Federación de Médicos Homeópatas en España (Femh.org) , se defienden de los ataques garantizando que sí curan y trasladan un listado de patologías médicas que son tratadas por la homeopatía con éxito: alergias, dermatitis, rinitis, asma, fibromialgia, diarrea infantil, migrañas, colón irritable y hasta el trastorno de hiperactividad (TDAH). Pero Martínez señala que "tan sólo consiguen una leve mejoría porque el paciente psicosomatiza lo que el prospecto o el homeópata le augura". Además añade que como religión que es, "la curación a través de estas bolitas azucaradas se base en pura fe en el medicamento".
Los españoles no consumen homeopatía
Más allá de la confrontación entre homeópatas, científicos y pacientes a favor o en contra de su uso, se encuentra en los datos. Con las cifras en la mano, quizás la situación no sea tan límite como describen asociaciones como la APETP. El caso es que los españoles no son muy amantes de las terapias alternativas como la homeopatía.
Pese a que la industria resiste, según el último barómetro del CIS, tan sólo el 5% de pacientes compran y prueban la homeopatía. El interés por estos productos ha caído en picado desde el 2011 hasta la actualidad en un 70%.
Los principales laboratorios en España, Boiron, Heel y DHU Ibérica han resentido en sus cuentas este cambio de actitud de los pacientes que prefieren las herboristerías y productos naturales o la medicina convencional a la homeopatía. Hasta un 15% han caído los ingresos de los proveedores: de 51 millones de euros anuales, el negocio ha decrecido hasta los 43 millones en 2016, según el Registro Mercantil.
"De seguir estos cauces, la prohibición será innecesaria, las propias farmacias retirarán estos medicamentos de sus mostradores ya que no será rentable para nadie", arguye Federico Ruibal, auxiliar de farmacia. "La gente apenas pregunta por estos medicamentos y nosotros cada vez tenemos menos en las estanterías. Ya todo el mundo está muy informado con el doctor Google", sentencia el dependiente.