Los últimos datos sobre la evolución de la economía de la eurozona sugieren una ralentización "algo mayor de lo esperado", aunque la situación continúa apoyando las perspectiva de crecimiento e inflación, según ha señalado el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, que ha calificado de "equilibrados" los riesgos para la economía del bloque, alejando así la posibilidad de cualquier variación en la política del instituto emisor.
"La información recibida, aunque algo más débil de lo esperado, sigue siendo en general consistente con una amplia expansión de la economía y un incremento gradual de las presiones inflacionistas", declaró Draghi en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, que mantuvo sin cambios los tipos de interés y su plan para terminar su programa de compras a final de año.
"Hablamos de un impulso más débil no de recesión", subrayó Draghi, señalando que los miembros del Consejo coincidieron en señalar que los riesgos para la economía "están equilibrados", aunque apuntó que aquellos riesgos relacionados con el proteccionismo y las vulnerabilidades en los mercados emergentes y la volatilidad financiera "siguen siendo prominentes".
En el caso de Italia, el presidente del BCE ha recordado que se trata de una cuestión fiscal,responsabilidad de la Comisión Europea, por lo que se ha limitado a repetir las palabras del vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis, en referencia a la necesidad de respetar y cumplir las reglas, señalando que no aprecia contagio de la situación en el país transalpino.