El 19 de octubre del año 1868, hace exactamente un siglo y medio, la peseta nacía como unidad monetaria en España. Este hecho histórico se producía por un decreto del Gobierno Provisional tras el derrocamiento de Isabel II. Hasta ese momento, algunas pesetas convivían en nuestro país con los escudos, los maravedís o los reales, pero con la reforma monetaria se suprimieron todos para convertirla en la moneda única.
Para acuñar la primera peseta se eligió a La Hispania, una matrona recostada sobre los Pirineos que ya aparecía en las monedas del emperador Adriano en honor a cuando nuestro territorio perteneció al Antiguo Imperio Romano. Era la moda de entonces, ya que la antigua alegoría Britania, también aparecía en la moneda de Gran Bretaña o la Helvética, en la Suiza. Esta y otras curiosidades aparecen en el libro que ha elaboró José María Aledón para la Casa de la Moneda. Con motivo de este significativo aniversario, conviene repasar algunas de ellas.
- Su nombre: sobre el origen del nombre de la peseta hay varias teorías. Una de las que más fuerza tiene se remonta a la Colonización, cuando los españoles trajeron a la Península monedas de plata "de gran pureza y buen peso" que fueron bautizadas como pesos, y de ahí, aparecería el neologismo peseta. Otra idea es que en catalán se le llamaba peceta (piececita en castellano) a las pequeñas monedas de plata desde principios del siglo XV, por lo que así podría haber evolucionado el nombre.
- Los peseteros: en el año 1837, Isabel II mandó acuñar una serie de piezas de 1 peseta que convivían con otras monedas en España. A los soldados que estaban a sueldo de Isabel II frente a Carlos V se les llamó peseteros.
- El despiste: en 1868, el Gobierno Provisional quiso inscribir su nombre en el anverso de la nueva moneda, pero olvidó poner el nombre de la nación. Enseguida, las autoridades pararon su emisión para incluir la palabra España, pero las monedas sin patria emitidas no fueron retiradas hasta el reinado de Alfonso II.
- La perra gorda: desde 1870, la empresa privada de Barcelona Oeschger, Mesdach & Cía tenía la licencia de fabricar toda la moneda de cobre del país. La moneda de cobre de 10 céntimos se conoció como la perra gorda porque en el reverso aparecía la figura de un león sosteniendo el escudo de España y... donde había un león la gente vio un perro.
- El pelón, el bucle y el tupé: Alfonso XIII fue el Rey que más veces estuvo representado en la moneda desde Carlos I. Su retrato de bebé (conocido como el pelón), el de niño con rizos (el bucle) o en el que aparecía con un mechón de pelo sobre la frente (el tupé) fueron bautizados por el pueblo.
- Las rubias: se llamaron a las monedas de latón de la República de las que se decía que eran la perdición de los hombres porque englobaban el dinero, la mujer y el vino (representado por un racimo de uvas en una de las caras).
- El dinero de emergencia: como el Gobierno de la República no fue capaz de acuñar moneda fraccionaria, ayuntamientos, sindicatos, cooperativas y empresas privadas empezaron una fabricación descontrolada de vales y monedas de metal, papel y cartón que se convirtieron en dinero paralelo. El ejército de Franco también creó su propio dinero de emergencia.
- Las perras chicas: tras la Guerra Civil, piezas de aluminio de 5 y 10 céntimos sustituyeron a las viejas monedas de cobre que circulaban en nuestro país desde el comienzo de la peseta. Ambas heredaron el apodo de las perras chicas y las perras gordas.
- La moneda de 2,5 pesetas:en 1944, Franco proyectó el primer sistema de moneda divisionaria entre la que se encontraba una moneda de cobre y aluminio de 2,5 pesetas. Se acuñaron unas pocas, pero nunca llegaron a circular.
- La vuelta de los duros: en 1949 volvieron a acuñarse los duros (5 pesetas) después de medio siglo sin fabricarse por la mala situación económica. Esta vez eran de níquel y no de plata como en el pasado.
- Juan Carlos I mantuvo algunos símbolos franquistas: aunque la imagen de Franco fue sustituida por la de Juan Carlos I tras su coronación, algunas monedas mantuvieron símbolos característicos de la dictadura como el águila de San juan y el yugo y las flechas.
- Se deja de ensalzar a los gobernantes:fue por el Mundial del 82 cuando se incluyó en la peseta algún símbolo que no fuera político, heráldico o territorial. Con este campeonato, las monedas empezaron a acuñarse con grabados deportivos, una tendencia que se siguió manteniendo en el futuro con todo tipo de acontecimientos populares.
- La lenteja: con sus 14 mm de diámetro, la moneda de 1 peseta fue una de las más pequeñas del mundo. Apodada La Lenteja, se acuñó todos los años desde su creación en 1989 hasta el fin de la peseta en 2001. Estaba hecha de aluminio, magnesio y manganesio.
- El agujero de las 25 pesetas:el agujero central sirvió para diferenciarlas, incluso al tacto, de otras piezas como las antiguas monedas de 25 y 50 céntimos de mediados de siglo. La última se fabricó en el año 2000 con cobre, níquel, aluminio, hierro y manganeso. Muchos niños usaban estas originales pesetas para hacer collares o para que no se les escapara la cuerda de la peonza al lanzarla.
- Los españoles siguen sin cambiarlas: a pesar de que han pasado más de 15 años desde que empezó a circular el euro, los españoles todavía atesoran pesetas por valor de 1.628 millones de euros sin canjear. Este dato corresponde al mes de julio, y es el último que ha publicado en septiembre el Banco de España. El organismo dejará de cambiarlas en el año 2020.