El Gobierno de Pedro Sánchez no autorizará la apertura de la mina de Uranio que Berkeley Energía tenía proyectada en Retortillo (Salamanca), una de las zonas con más desempleo juvenil de la Unión Europea. El proyecto consiguió las autorizaciones preliminares en 2013, pero desde entonces se enfrenta a la oposición de diferentes grupos locales y trabas administrativas.
El proyecto depende de una licencia urbanística de construcción local y de otra de la autoridad nuclear para construir la planta de tratamiento radioactivo. Esta autoridad depende a su vez del Ministerio de Transición Ecológica. "El Ejecutivo esperará a que se resuelvan los procesos en marcha pero se opondrá en cualquier caso a la apertura", aseguró una fuente gubernamental a la agencia Reuters. Otra fuente también implicada en el proceso cree que Berkeley está muy lejos de la realidad cuando dice que podrá comenzar pronto la construcción y la actividad de la mina.
"La autorización para construir la mina solo es posible cuando el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) haya finalizado su informe, que está aún lejos de concluir", indica la fuente. "En total, el proceso se alargaría al menos hasta 2021". El CSN va a renovar su consejo en los próximos tres meses, con una previsible mayoría para el PSOE y Podemos, su partido socio en estos momentos y uno de los más críticos con la apertura de la mina. Durante años, la compañía pública de uranio Enusa mantuvo actividad minera en la zona del Retortillo (Salamanca) pero en el año 2000 la cerró por falta de rentabilidad.
Iba a crear 2.500 empleos
La noticia hundió las acciones de la compañía, tras perder el miércoles casi un 44% de su valor en la Bolsa española. Según los planes publicados, la empresa pensaba invertir 250 millones de euros y daría empleo a más de 2.500 personas de forma directa o indirecta.
La campaña "Sí a la mina", en favor del proyecto, había recabado más de 1.600 firmas, según ha señalado la compañía, que ha indicado que hasta la fecha ha recibido más de 22.850 solicitudes de empleo. Berkeley Energía, que desde el pasado 18 de julio cotiza en la Bolsa española, ha indicado, en un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que de esas más de 22.850 solicitudes, 400 provienen de pueblos que rodean la mina y de estas últimas, 116 proceden de Villavieja de Yeltes (Salamanca), lo que representa el 25 % de la población permanente del pueblo.
El consejero delegado de Berkeley Energía, Paul Atherley, ha señalado que durante la última década la compañía ha invertido más de 70 millones de euros en la mina de uranio de Salamanca, en una zona que tiene uno de los niveles más altos de desempleo juvenil de Europa.