La Comisión Europea pedirá aclaraciones al Gobierno sobre los detalles del borrador presupuestario para 2019 en una carta que, según recogen las normas europeas, únicamente se envía a las capitales si los servicios del Ejecutivo comunitario detectan un "riego particularmente grave de no cumplimiento".
Según han confirmado fuentes de La Moncloa, Bruselas enviará esta misiva en los próximos días (no se descarta que llegue mañana) y no este mismo jueves. También se pedirán aclaraciones a un grupo de cinco o seis países de la eurozona, entre los que, salvo sorpresa, se encontrará Italia.
Las mismas fuentes han precisado que se trata de "aclaraciones" y "detalles técnicos", así como que no es ni una "advertencia" ni una "llamada de atención". También han señalado que el Gobierno tiene "tranquilidad absoluta" por esta cuestión, especialmente después de que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, saliese con una impresión positiva del presupuesto español tras su reunió bilateral con Pedro Sánchez.
El análisis del Ejecutivo comunitario en el caso concreto del plan presupuestario español se centra en averiguar si cumple con el esfuerzo estructural que se exige a España para el próximo año. La senda de consolidación fiscal obliga a adoptar ajustes estructurales equivalentes al 0,65% del PIB, pero el borrador incluye un ajuste del 0,4%, utilizando la flexibilidad que permiten las reglas (dividir medio punto porcentual del esfuerzo en dos años). Por tanto, el ajuste entraría dentro de lo aceptable según lo estipulado en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, pero antes el Ejecutivo comunitario debe comprobar que efectivamente las medidas anunciadas por el Gobierno suponen efectivamente un esfuerzo compatible con las reglas.
El envío de la carta es el primer paso dentro del procedimiento después de que todos los gobiernos de la zona euro remitiesen el pasado lunes sus borradores presupuestarios para 2019. Bruselas dispone de un plazo de una semana (hasta el lunes) para pedir aclaraciones a aquellas capitales cuyos planes generan dudas, pero esto no significa que vaya a rechazar las cuentas. Esto ocurriría únicamente si las aclaraciones que remita el Gobierno siguen sin convencer al comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici. En ese caso, se enviaría una segunda carta en la que Bruselas reclamaría un nuevo presupuesto en un plazo de tres semanas.