Cemex ha anunciado el cierre de dos de las siete fábricas de cemento que tiene en España, que suman unos 200 trabajadores, que se verán afectados por un expediente de regulación de empleo (ERE), según anunció la multinacional mexicana.
Las dos fábricas afectadas son la Gádor, en Almería, y de Lloseta, en Baleares, si bien el ajuste que abordará el grupo implica también el cierre de otros centros de trabajo, de determinadas oficinas comerciales y a las oficinas corporativas centrales.
Cemex, que según fuentes del sector emplea en España a un millar de trabajadores, atribuye este nuevo ajuste en el país a la actual coyuntura del sector de la construcción, especialmente de grandes infraestructuras, y a la nueva regulación sobre derechos de emisión de CO2 que entrará en vigor en Europa en 2020.
De hecho, anuncia el cierre de estas dos fábricas días después de que la patronal cementera Oficemen recortara a la mitad su previsión de crecimiento para la demanda de este material de construcción en España, que calculan será del 7% este año, frente al 12% estimado inicialmente.
Ante esta conyuntura, la multinacional ha emprendido un "proceso de reestructuración" de su negocio en el país, que además de a la implantación industrial, también abarcará a su modelo de negociación.
Con todas estas medidas, la compañía aspira a "asegurar el mantenimiento de su actividad en España y su presencia en los distintos mercados en los que viene operando".
La cementera ya ha informado de estas medidas a los representantes de los trabajadores de las dos fábricas que cerrarán, con los que prevé comenzar las preceptivas negociaciones del ERE el próximo mes de noviembre.
La compañía prevé detallar entonces los datos concretos de impacto del ajuste en materia laboral, si bien dichas fuentes del sector apuntaron a Europa Press que la firma prevé abordar las medidas menos traumáticas, como recolocaciones.
5 años del último ajuste
Cemex anuncia un nuevo ajuste cinco años después de que en los años 2012 y 2013, en plena crisis, acometiera su última reestructuración en el país, que supuso dos EREs que afectaron a 280 y 156 trabajadores, respectivamente y la venta a Cementos Molins de una fábrica de cemento de Barcelona.
Unos meses después, la compañía anunció un acuerdo a escala europea con la suiza Holcim que supuso la fusión de la actividad de fabricación de cemento, áridos y hormigón que las dos empresas tenían en España.
La presencia industrial de Cemex en España se completa con las fábricas que tiene en Alicante, Buñol (Valencia), Castillejo (Toledo) , Alcanar (Tarragona) y Morata de Jalón (Zaragoza), instalaciones que, en principio, no se ven afectadas.
En cuanto a las fábricas que cerrará, la de Almería cuenta con capacidad para producir un millón de toneladas de cemento al año y la balear de Lloseta, unas 700.000 toneladas.