La subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) no solo afecta a los trabajadores por cuenta ajena, también impacta directamente en el bolsillo de los autónomos. Tal y como ha explicado Lorenzo Amor, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos, subir el SMI a 900 euros al mes (+22%) implicará un recargo fiscal de 420 euros más al año para este colectivo, cuyo volumen ronda los 3 millones de personas, ya que este indicador sirve para calcular la base de cotización.
"La consecuencia inmediata de la subida de esta base es que la cuota mensual subirá hasta los 314 euros (313,95 para ser exactos), lo que supone 35,2 euros más que lo se paga ahora. Es decir, que el 86% de los trabajadores autónomos personas físicas, que en este momento cotizan por la base mínima, según datos de la Seguridad Social, verán incrementada su cuota un 12,6%. Un total de 1.725.835 trabajadores autónomos personas físicas abonarán unos 422,4 euros más al año al RETA.", explica el portal Autónomos y emprendedores.
¿Cuánto ha subido la cuota?
En el año 2006, la base mínima de cotización era de 785,70 euros mensuales y la máxima de 2.897 euros. Esto se traduce en que la cuota de autónomo mínima hace doce años era de 208,2 euros y la máxima de 767,7 euros. Por tanto, cada trabajador por cuenta propia pagará con la subida del SMI 106 euros más al mes que antes de la crisis, 1.272 euros más al año. Pero es mucho más brusca la subida en las bases máximas. Con la aprobación de los PGE de 2018, la tarifa quedó fijada en 1.137 euros, 4.431 euros anuales más que hace doce años. Quizá por esto solo el 20% de los autónomos se acogen a la base máxima.
Entre el año 2006 y el 2010, la cuota subió 15 euros mensuales, 180 anuales, prácticamente lo mismo que entre 2016 y 2018, donde la tarifa mensual que los trabajadores por cuenta propia pagan a la Seguridad Social se ha elevado en 12 euros. Si, finalmente, queda aprobado el SMI de 900 euros, estaríamos hablando de una subida de la cuota de 35 euros en un año y de 47 euros mensuales en solo 36 meses. Es decir, los autónomos pagarán 564 euros más al año que en 2016.
Más economía sumergida
Como bien señala Lorenzo Amor en Twitter, esto puede provocar un incremento de la economía sumergida, y, por tanto, una pérdida de recaudación. Con una cuota de 314 euros, los autónomos tienen que pagar el IVA trimestral y hacer la declaración de IRPF. Es decir, para un autónomo que facturase 900 euros al mes, la misma cantidad que el SMI, tendría que pagar 314 euros de cuota y le quedarían libres 586. Pero, además, tendría que abonar el 21% del IVA, es decir. otros 189 euros. Así pues, le quedarían 397 euros del total de 900 que ingresó… Y ello, sin contar el IRPF.