Uber gana una importantísima batalla legal en Estados Unidos. El Tribunal número 9 de Apelaciones de San Francisco ha paralizado una demanda colectiva de 240.000 trabajadores. Concretamente, estos conductores de la plataforma pedían ser considerados como trabajadores por cuenta ajena en lugar de como independientes o autónomos.
En 2013, los conductores demandaron por primera vez a Uber en la sede de la compañía: San Francisco. Alegaban que debían ser clasificados como empleados y no como autónomos. Esta diferencia es muy importante porque los gastos como el combustible, los seguros, el mantenimiento del vehículo y las cotizaciones son pagados por los conductores. Si la Justicia hubiera fallado en contra de Uber, la compañía debería correr con el gasto de todas esas partidas y supondría un gran frenazo en su expansión.
Sin embargo, la batalla no termina aquí, ya que el tribunal ha dictaminado no admitir una demanda colectiva, pero sí se pueden presentar demandas individuales. Por tanto, Uber podría enfrentarse a cada uno de sus conductores individualmente. "Esperábamos esto. Estoy decepcionado con el fallo, pero miles de conductores ya han iniciado los trámites de manera individual. Si Uber quiere enfrentarse uno por uno, lo haremos", dijo Shannon-Liss Riordan, abogado defensor de los conductores. Por su parte, un portavoz de Uber dijo sentirse "satisfecho con la decisión del tribunal".
Desde hace tiempo, Uber y otras plataformas similares -Cabify, Deliveroo, Glovo, etc.- están siendo cuestionadas por sus modelos de negocio. Gracias a la expansión de las tecnologías e internet, mediante una aplicación cualquier persona puede encontrar trabajo por medio de estas plataformas. La diferencia es que el coste de las cotizaciones sociales -la cuota de autónomo y el pago de impuestos- corren a cargo del trabajador, en lugar de la empresa.
Muchos trabajadores de estas plataformas destacan la flexibilidad para fijar sus propios horarios, pero destacan la pérdida de estabilidad por un empleo fijo y otros beneficios propios de ser trabajador por cuenta ajena. Si la Justicia obligase a las plataformas a asumir los costes sociales, dispararía el gasto un 20% o más tan sólo en Estados Unidos.
Esta decisión judicial ha supuesto un alivio para la compañía, ya que en las últimas semanas está notando la fuerte presión de varias ciudades estadounidenses. En agosto, Nueva York aprobó una legislación en la que obligaba a establecer un salario mínimo a los trabajadores de Uber, y Seattle está estudiando aplicar la misma medida.