Valencia ha presentado el borrador de la nueva ordenanza municipal que regula el uso de los patinetes eléctricos, unos vehículos que de un tiempo a esta parte están dando mucho que hablar en Madrid y Barcelona. Lo cierto es que el avance de las tecnologías ha cambiado la forma en la que la gente se mueve por la ciudad. Cada vez es más frecuente ver coches eléctricos, motos eléctricas, bicicletas eléctricas y patinetes eléctricos en las principales ciudades españolas. Además, ya no solo se usan de manera privada, sino que empresas como Uber, a través de Lime, han puesto a disposición de miles de ciudadanos la posibilidad de moverse en patinete.
Los vehículos compartidos son una realidad, pero, a pesar de que son positivos para el medioambiente, los principales ayuntamientos comenzaron a poner trabas a estos patinetes. La capital del Turia autoriza a los patinetes de tipo A y B -depende de la potencia del motor- a circular por el carril bici. Además, los tipo A podrán ir por las calles peatonales a un máximo de 10 km/h. Aunque la ordenanza valenciana prohíbe a los patinetes circular por las aceras, equipara su uso con el de las bicis.
"Los vehículos de movilidad personal (VMP) podrán moverse con libertad en calles de un solo carril y de un solo carril por sentido", explicó Giuseppe Grezzi, concejal de Compromís. El consistorio valenciano tiene previsto convertir estas travesías en calles de velocidad reducida a 30 km/h para que los patinetes puedan circular. Precisamente, ésta es la diferencia con Madrid. En la capital española, solo se permite circular por el carril bici a estos patinetes.
En el caso de la norma barcelonesa, el consistorio liderado por Ada Colau obliga a todos los vehículos de alquiler a utilizar el casco. Es decir, si el patinete es privado y es de tipo A no es obligatorio llevar casco, pero si es de alquiler sí es obligatorio. En Valencia, no se plantean por el momento hacer de esto algo obligatorio, pero sí recomendable.
El CEO de Koko, una empresa española de alquiler de patinetes, mostró su rechazo a la normativa que pretende regir Madrid. "Tenemos que poder circular por la carretera, como las bicis, no por la acera". "Nuestros patinetes pueden circular a 25 kilómetros por hora, la misma velocidad que coge una bicicleta. No entendemos por qué no podemos ir por carretera", añade. En la capital, las multas a los patinetes por circular por la carretera ya han empezado a producirse.
Sorprende este rechazo a los patinetes eléctricos de uso compartido cuando presentan una solución de movilidad eficaz para ciudades colapsadas de tráfico como Madrid o Barcelona. De hecho, a la hora de estacionar un coche, ocupa el espacio de diez de estos patinetes. Por tanto, ayudaría a desahogar el tráfico madrileño. Sin embargo, la raíz del problema es que Uber aprovechó la falta de regulación en la capital para instalar su plataforma Lime, algo que desde el consistorio calificaron como un "desafío constante" por parte de la compañía americana. Ahora, la nueva regulación hará que los patinetes solo puedan usarse allí donde haya carriles bici o, lo que es lo mismo, no se podrán utilizar por el centro.