Se cumple un año desde el golpe separatista del 1-O y la economía catalana muestra claros síntomas de deterioro. Los siguientes indicadores resumen el cambio a peor que se viene observando durante el último curso.
Crecimiento
Los informes de evolución del PIB que elabora paulatinamente BBVA Research son reveladores. En 2017, la economía catalana estaba expandiendo sus niveles de actividad a un ritmo anual del 3%. Sin embargo, la previsión para este 2018 ha sido recortada hasta el entorno del 2%. Se consolida, por tanto, una desaceleración superior a la que apunta el conjunto de la economía nacional.
Inversión extranjera
De acuerdo con los datos del Registro de Inversiones Exteriores que publica el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, la inversión foránea en España llegó a 11.969 millones de euros entre enero y junio, lo que supone un aumento del 1,3% en términos interanuales. Sin embargo, la comparativa con 2017 es francamente negativa para Cataluña, puesto que la comunidad autónoma experimentó una caída del 41% durante el mismo período.
Fuga de empresas
El tejido empresarial ha puesto "pies en polvorosa" y se ha blindado ante la inseguridad jurídica con 3.850 compañías que han cambiado de sede, según los últimos datos de Informa D&B. De esa cuantía, el 61% de ellas se ha traslado a Madrid. En términos de facturación, estas compañías suman más de 83.000 millones de euros.
Golpe al emprendimiento
El número de nuevas empresas creadas en Cataluña ha caído un 9,5% en el primer semestre del año, pasando de 10.959 a 9.915 constituciones societarias. Además, también se observa una reducción en el capital desembolsado para crear dichas empresas, que cae de 564 a 371 millones entre 2017 y 2018. Por otro lado, los datos del Registro Mercantil apuntan que las quiebras empresariales han subido un 30% en los seis primeros meses del presente año.
Menos creación de empleo
Si comparamos el ritmo de creación de empleo, vemos que Cataluña ha pasado de estar por encima de la media nacional (3,8% frente a 3,5% en agosto de 2017) a moverse en niveles inferiores a los que se ven en el resto del país (2,5% frente a 2,9% en agosto de 2018). En la práctica, esto supone 40.000 puestos de trabajo menos. No hay que olvidar, además, que la última cifra de empleo disponible apunta un descenso de la ocupación superior a las 65.000 personas.
Pérdida de turistas
Los datos del INE señalan que, entre enero y julio, la llegada de visitantes a la comunidad mediterránea alcanzó los 14,3 millones de personas. Esto supone un fuerte descenso de 400.000 turistas en comparación con los registros del pasado año, un 3,2% menos. Por comparación, Madrid gana un 6,8%, Valencia mejora un 4,2%, Andalucía repunta un 1,5%, Baleares se mantiene en los niveles del año pasado y Canarias experimenta un descenso del 0,8%.