Francisco González, conocido como FG, dejará de ser en enero presidente de uno de los bancos más importantes de España, el BBVA. Por este motivo ha concedido una entrevista a Carlos Segovia en el diario El Mundo, que se publica este lunes y que no puede dejar indiferente a nadie. No rehúsa ninguna pregunta y se mete en todos los charcos que le pone en suerte el periodista.
Respecto a su salida del banco, deja claro que a sus 73 años considera que es un muy buen momento para dejarlo, pese a que tenía mandato hasta 2020. "No me quedo con ningún cargo en el grupo, ni en el banco ni en la fundación. Lo voy a dejar todo", dice FG, quien muestra su confianza plena en el actual consejero delegado y futuro presidente, Carlos Torres "le he dicho, siéntete libre y trabajando con el consejo que tiene la última palabra, forma tu equipo".
También se muestra orgulloso del trabajo de transformación que ha abordado el banco y que tiene en consolidar esta senda su principal reto para los próximos años. "Casi un 40% de las ventas totales del Grupo son digitales, casi el 50% de los clientes son ya digitales y estamos experimentando otros avances importantes. Estamos poniendo a todo el banco a trabajar con metodologías Agile", decía orgulloso.
Preocupado por el sector financiero
Pero también se ha pronunciado sobre el sector, porque considera que "va a ser muy difícil que recupere la rentabilidad que tenía hace 10 años, entre otras cosas, porque le han duplicado los requerimientos de capital, lo que reduce la rentabilidad de los bancos a la mitad." Por este motivo, dice que "ahora nosotros no jugamos a ser un banco, jugamos a ser otra cosa, a convertirnos en una compañía de servicios muy potente, donde las restricciones de capital, las restricciones de regulación no pesan tanto sobre el modelo" y recuerda que "si la banca no es rentable no puede dar créditos. Éste es el gran problema de la política económica que hay que entender".
Según pronostica, "hay una nueva liga de competición que va a estar formada por algunos bancos físicos, no muchos, algunas startups y probablemente algunas compañías grandes de la red. La regulación va a ser muy importante para ver cómo funciona esta nueva liga de competidores. Yo creo que BBVA puede tener muchísimo éxito".
Muy preocupado por la coyuntura económica
Tampoco ha evitado FG las preguntas sobre la coyuntura económica. Ha sido especialmente crítico con las decisiones "cortoplacistas" de los gobiernos. "Creo que se va a desacelerar (la economía) más rápido de lo que algunas personas piensan. Si yo tuviera la responsabilidad de tomar decisiones, francamente no me endeudaría más, no subiría impuestos, porque la subida de impuestos claramente va contra la creación de puestos de trabajo."
Se muestra especialmente preocupado porque "España lleva paralizada desde hace dos años y eso es un precio que vamos a tener que pagar. Yo creo que había una oportunidad de oro en el pasado de hacer más cosas de las que se han hecho, pero no ha sido así. Y con un Gobierno que no tenga mayorías suficientes es muy difícil poder avanzar".
Pero no queda ahí la cosa: "Sería muy transparente con la comunicación, le diría a los empresarios exactamente qué les va a pasar, no estaría hablando hoy de un impuesto, mañana de otro; eso crea mucha incertidumbre y lo peor que hay para hacer inversiones es la incertidumbre."
En este sentido, recuerda FG que "en 2008 expliqué lo que iba a pasar y pasó y no me hicieron ni caso. No es comparable con la situación de 2008 a la de ahora, pero yo sería prudente".
Preguntado por si Zapatero hizo oídos sordos a sus consejos, Francisco González no sólo asiente sino que añade que "es más, el déficit público creció mucho y luego vino el famoso Plan E".
También pone de relieve la escasa repercusión internacional de nuestro país y recuerda que "cuando se debaten las grandes cuestiones del mundo, España no aparece. Cuando ya haces un zoom y aparece España, en los últimos tiempos, pues no aparece bien. Es evidente que aquí ha habido varias etapas, una etapa horrible en el año 11, 12, casi 13, una muy buena etapa 14, 15 parcialmente 16, y luego ya un deterioro continuo por la situación política. Y ahora estamos en un momento de mucha incertidumbre".
"Incertidumbre" es precisamente una de las palabras que más repite durante la entrevista, porque "los inversores empiezan a preguntarse qué pasa con esto, con lo otro… Los inversores que apuestan por España empiezan a hacer preguntas y lo que quieren son respuestas. Y con esas respuestas toman decisiones. Si no hay respuesta o hay incertidumbre no invierten".
Preguntado sobre si cree que debe haber elecciones dice que "no voy a opinar" pero añade que "no es bueno para ningún Gobierno tener una debilidad parlamentaria que le obliga a hacer una serie de equilibrios muy complicados. No es bueno. Ahora, convocar elecciones es una decisión que corresponde al presidente del Gobierno".
Cataluña
Sobre Cataluña muestra su esperanza en que "las cosas en el tiempo se vayan mejorando, pero me gustaría que la sociedad catalana no esté en manos de opciones políticas excluyentes. Nuestro servicio de estudios estima que Cataluña podría haber crecido siete décimas más de lo que hará este año en ausencia de incertidumbre. Y el resto de España, tres décimas más".