El nerviosismo regresa a los mercados. El hecho de que el Gobierno populista de Italia apueste por disparar el déficit público un 50% ha acrecentado la incertidumbre entre los inversores, un riesgo que, además, coincide en el tiempo con una desaceleración de la economía española más intensa de lo previsto inicialmente.
El Gobierno italiano acordó el jueves subir el déficit al 2,4% del PIB el presente año, frente al 1,6% previsto inicialmente. Y ello, en contra de la opinión del propio ministro de Economía, el independiente Giovanni Tria, que ha recibido fuertes presiones de la coalición de populistas (Movimiento 5 Estrellas y la Liga) que gobierna Italia. De hecho, incluso se ha barajado su posible dimisión.
Este desvío fiscal es superior al que calculaban la mayoría de analistas (1,7%), acrecentando así el nerviosismo entre los inversores. No en vano, Italia acumula una deuda pública próxima al 130% del PIB y su economía sufre un estancamiento crónico, de modo que crecen las dudas sobre su sostenibilidad financiera.
"Italia podría tener muy difícil reducir la relación deuda/PIB, especialmente en el caso de una posible desaceleración económica", según ha detallado la analista de renta fija de Nomura Chiara Zangarelli. "Esperamos que Italia entre en un periodo prolongado de volatilidad debido a su revisión de los objetivos de déficit", han alertado los analistas de Barclays. Debido a la volatilidad, Barclays ha estimado que los riesgos de una rebaja de un escalón por las agencias de calificación crediticia se han "incrementado". Además, el banco asegura que el Gobierno de coalición tendrá "difícil" mantener la confianza de los inversores. En esta misma línea se ha expresado el economista jefe de Union Bancaire Privée (UBP), Patrice Guatry, que incluso ha indicado que existen "riesgos" de que el ministro de Economía abandone la coalición y se produzca un "debate feroz" con la Unión Europea.
La reacción de los mercados no se ha hecho esperar. El interés de la deuda italiana ha repuntado más de un 10%, hasta situarse en el 3,14%, mientras que la prima de riesgo ha alcanzado los 268 puntos. La Bolsa de Milán, por su parte, ha vivido un día de importantes correcciones y ha terminado la jornada dejándose el 3,64%. El resto de bolsas europeas han presentado también pérdidas, que en el caso de Londres han sido de un 0,48%, de la de Fráncfort, de un 1,5% y de la de París, de un 0,85%.
El PIB se frena
Y todo ello se ha trasladado al Ibex, con caídas superiores al 2% a lo largo de la mañana hasta que finalmente ha cerrado la sesión perdiendo un 1,4% y los 9.400 puntos. Estas nuevas turbulencias coinciden, además, con una creciente desaceleración de la economía española. El PIB nacional creció un 0,6% en el segundo trimestre, tasa similar a la del trimestre anterior, gracias al empuje de la inversión, ya que el consumo prácticamente se estancó. Sin embargo, los más llamativo es que la tasa interanual se situó en el 2,5%, tres décimas menos que en el trimestre anterior, según la Contabilidad Nacional Trimestral publicada este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Esta tasa del 2,5% es dos décimas inferior a la inicialmente estimada por Estadística a finales del mes pasado (2,7%). Sí ha coincidido, por el contrario, el dato trimestral que adelantó el INE, del 0,6%.
La demanda nacional aportó 3,3 puntos al crecimiento del PIB interanual, dos décimas más que en el trimestre anterior, en tanto que la demanda externa restó ocho décimas al crecimiento, cinco décimas inferior a la del trimestre anterior.
Según los datos del INE, el consumo de los hogares desaceleró ocho décimas su crecimiento trimestral entre abril y junio, desde el 0,9% al 0,1%, su menor avance desde el primer trimestre de 2014. Al mismo tiempo, el gasto público moderó siete décimas su crecimiento trimestral, hasta el 0,1%, encadenando seis trimestres de alzas. Por su parte, el gasto en consumo de las instituciones sin fines de lucro volvió a tasas negativas tras cuatro trimestres en positivo: bajó un 0,3% entre abril y junio, en contraste con el aumento del 1,4% que experimentó en el primer trimestre.
Por el contrario, la inversión aceleró su crecimiento trimestral desde el 1,1% al 3,5%, gracias a la inversión en maquinaria y bienes de equipo, que avanzó un 6,5% en el segundo trimestre, frente al retroceso del 0,1% del trimestre anterior. Al mismo tiempo, la inversión en vivienda y construcción aceleró una décima su avance trimestral, desde el 2,1% al 2,2%. Entre abril y junio, tanto las exportaciones como las importaciones crecieron a un ritmo menor al del primer trimestre. En concreto, las exportaciones aumentaron un 0,2%, cuatro décimas menos, mientras que las importaciones progresaron un 1%, frente al crecimiento del 1,7% de los tres primeros meses del ejercicio.
El superávit exterior cae un 97%
Por su parte, la balanza por cuenta corriente, que mide los ingresos y pagos al exterior por intercambio de mercancías, servicios, rentas y transferencias, registró un superávit de 200 millones de euros hasta julio, un 97% inferior al saldo positivo de 6.700 millones de euros que registró en el mismo periodo de 2017, según datos publicados este viernes por el Banco de España.
El saldo agregado de las cuentas corriente y de capital, que determina la capacidad o necesidad de financiación de la economía española, registró un superávit de 1.800 millones de euros, frente al saldo positivo de 7.900 millones del mismo periodo del año anterior.
Baja el ahorro y sube la deuda
Igualmente, la tasa de ahorro de los hogares e instituciones sin fines de lucro se situó en el 12,5% de su renta disponible en el segundo trimestre del año, su menor nivel en este trimestre desde el año 2007, según ha informado este viernes el INE. La tasa de ahorro de los hogares se ha reducido dos puntos respecto al segundo trimestre de 2017 (14,5%), aunque ha vuelto a tasas positivas después de haber registrado una tasa negativa en los tres primeros meses del año.
Asimismo, la deuda del conjunto de las administraciones públicas alcanzó los 1,163 billones de euros en el segundo trimestre, lo que supone un incremento de 3.149 millones de euros, con lo que se sitúa en el 98,1% del PIB, por encima del objetivo del 97% para el conjunto del año.