La aprobación del consumo y venta de marihuana como uso recreativo en nueve estados de EEUU, a los que se sumarán otros cuatro antes de finales de año, ha disparado las empresas dedicadas al cannabis. A esto, se suma la legalización en Canadá este pasado verano. Según estimaciones de RBC, en solo un año, la venta de marihuana por vía legal e ilegal superó los 50.000 millones de dólares, solo 15.000 millones menos que lo facturado por el vino en Estados Unidos. Pero, ¿a cuánto ascienden las fortunas de los nuevos ‘capos’ del cannabis?
Brendan Kennedy, Michael Blue y Christian Groh compraron en 2010 la firma de marihuana canadiense Tilray Inc. Actualmente, cada uno de ellos cuenta con una fortuna estimada en 2.400 millones de dólares. Su trayectoria profesional poco se parece a la de los narcos de la droga. Kennedy y Groh trabajaron juntos en SVB Analytics, filial de Silicon Valley Bank. Además, los tres cuentan con un MBA de la escuela de negocios de Yale.
Bruce Linton, de 52 años, es el CEO de Canopy Growth, una de las empresas más grandes del mundo dedicadas a la producción de cannabis. Actualmente, esta compañía ha recibido un fuerte espaldarazo tras la compra del 9,9% de su accionario por la corporación Constellation, propietaria de la cerveza Corona. La fortuna de Linton asciende a 142 millones de dólares.
Terry Booth, CEO de Aurora Cannabis, rival directo de Canopy Growth, tiene una fortuna valorada en 95 millones de dólares. En el caso de Booth, su trayectoria sí se parece más a la de los narcos, ya que cuando era pequeño vendía bolsas de marihuana en el instituto. Unos cuantos años después, su empresa ha comprado CanniMed Therapeutics por 1.230 millones de dólares canadienses.
John Cervini es el cofundador de Leamington, con sede en Ontario. Junto con su amigo de la infancia, Cole Cacciavillani, empezaron en el negocio de la marihuana hace unos años y crearon Aphria, uno de las primeras empresas en cotizar en bolsa dedicada al cannabis. Su fortuna asciende a 144 millones de dólares.