Desde la década de 1930, Reino Unido ha sido el país con más fábricas de cerveza per cápita del mundo, pero los últimos ocho años el sector de las pequeñas fábricas, haciendo uso de la cerveza artesanal, ha disparado el negocio en el país británico. En 2009, el número de fábricas era de 745, en 2016 llegó a crecer hasta alcanzar las 2.250.
Tal y como se señala en un informe de la compañía UHY Hacker Young, dicho incremento es la mejor muestra del boom que vive el sector. La media señala que, en los últimos años, se abren entre 300 y 400 nuevas compañías cerveceras anualmente. La mayoría de estos empresarios suelen ser emprendedores que buscan innovar con su cerveza. Por ejemplo, algunos venden esta bebida sin gluten e incluso hay quien la elabora a base de miel. Lo cierto, es que por primera vez desde 1930, se han superado las 2.000 empresas cerveceras con sede en Reino Unido.
El por qué de este crecimiento se debe prácticamente a dos factores. Por un lado, los consumidores optan por probar nuevas cervezas tanto en los pubs como cuando las compran en el supermercado. "El boom de la cerveza artesana ha dado la vuelta a un sector maduro con 70 años de consolidación. Aún hay espacio para más crecimiento", afirma James Simmonds, Partner en UHY Hacker Young.
El otro factor que ha ayudado a que se dé este crecimiento es una reforma fiscal introducida en 2002. Hace ya 16 años, el Gobierno del Reino Unido aplicó una reducción fiscal para las compañías que producían menos de 5.000 hectolitros al año. Este beneficio consiste en que las pequeñas corporaciones paguen un 50% menos por el impuesto sobre el alcohol que las grandes marcas.
En España, este crecimiento también ha sido abrumador. Entre 2008 y 2015, ha crecido un 1.600% el número de empresas de cerveza artesana. La cerveza ha pasado a ser entendida como un producto local, con una identidad. De hecho, suele ser habitual que cada ciudad española tenga una cerveza propia. Sin ir más lejos, la marca alcarreña Arriaca se ha alzado con varios premios como mejor cerveza del mundo. Antes de 2008, España solo tenía 21 microcervecerías y su producción no superaba los 100.000 hectolitros. En 2015, se registraron 361 compañías y la producción se ha disparado.