La Asociación por la Gestación Subrogada en España (AGS) ha mostrado su absoluta indignación y repulsa por las amenazas de la nueva ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo. "El PSOE está haciendo muchísimo daño a las familias, hay mucho dolor y miedo", comunica Óscar Quintela, secretario general de AGS. Y no es para menos.
Carcedo ha llegado como un auténtico terremoto al Ministerio, tras afirmar que quiere equiparar la gestación subrogada a delitos como el tráfico de niños y de órganos. En España, tener un hijo gracias a una gestante es alegal, que no ilegal, ya que es posible recurrir a esta técnica en algunos países extranjeros, como EEUU o Ucrania, y después traer al hijo de vuelta a España. Sin embargo, la recién estrenada ministra quiere cambiar eso, y, como es lógico, quienes se encuentran en pleno embarazo subrogado están temblando.
"Son sectarios. Es demasiado cruel lo que está haciendo la ministra. Están estigmatizando a los padres que desean tener un hijo. Los quiere tratar como delincuentes, ¿cómo vamos a ir a la cárcel por traer a nuestro hijo?", pregunta indignado Quintela. Cabe recordar que las penas por un delito por traficar con órganos van desde los 5 a los 12 años de cárcel. Casi nada.
Entretanto los socialistas se afanan en defender sus argumentos agarrándose a teorías como "la explotación de la mujer y la esclavitud a la que se someten los vientres de alquiler". Sin embargo, desde la AGS califican estas acusaciones de "auténtica locura". El propio Quintela manda un contundente mensaje a la ministra:"Los países a los que acuden los españoles son garantistas. Al contrario que en España, los estados velan por las madres gestantes, el hijo y sus padres", expresan desde la junta directiva de la asociación.
Familias sin poder volver a España
Pero a la ministra de Sanidad lo que digan o dejen decir los afectados parece que no le afecta. El problema está cuando el conflicto creado por uno mismo explota en la cara. Es el caso de la treintena de familias españolas en Ucrania que no pueden regresar a casa con sus hijos recién nacidos por gestación subrogada.
Sus dramáticas historias han impactado a la opinión pública. Según narran desde la AGS, "hay algunas familias que ya han podido volver a España, pero otras todavía están en Ucrania. Es inaudito que los expedientes de los padres por gestación subrogada quedaran paralizados en el consulado de España en Kiev. Es pura ideología política lo que hay detrás de todo esto. Están forzando un mal innecesario y hay bebés en medio", lamenta Quintela.
A la ministra, la situación de limbo en el que están estos padres no le inquieta. En una entrevista a Onda Cero, advirtió de que "cada cual es responsable de sus propias decisiones", refiriéndose a los españoles que anhelan volver a casa con sus hijos. Se desentiende así del asunto. No obstante, el secretario de la AGS tiene asumido que "es el PSOE el que ha estado detrás del tema de las familias en Ucrania" y agrega que "ha sido gracias al Gobierno ucraniano que los padres puedan regresar a España".
Ni que decir tiene que las razones oficiales de la demora burocrática en Kiev fueron un tanto surrealistas. La embajada informó a las agencias españolas de gestación subrogada que trabajan en Ucrania que, debido a la protección de datos, "ya no se realizarían más pruebas de ADN". Al no poder comprobarse el vinculo biológico entre padres e hijo de la gestante, las familias se encontraron paralizadas sin saber qué hacer y sin obtener ayuda del Gobierno español.
Mientras que la Unión Europea invita a los países miembros a regular la maternidad subrogada, España rema en contra. "Es por puro desconocimiento. El partido socialista no se ha acercado a hablar con nosotros, con nuestros hijos, con las madres gestantes. No tienen ni idea. Que vengan, que nos escuchen, queremos hablar con ellos y decirles lo equivocados que están y el enorme daño que están causando a cientos de familias españolas como ellos", reclama Quintana.