La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, llegó al poder en 2015 prometiendo un gobierno municipal por y para el pueblo. En su discurso de investidura, la sucesora de Xavier Trías habló de representar "a esa gente pequeña, aparentemente insignificante, que hace cosas increíbles". Pero dos años después, la regidora de la Ciudad Condal parece haberse acostumbrado a los privilegios de la "casta" que tanto criticaba en sus años como activista profesional.
La última demostración del apego a la moqueta que ha desarrollado Colau la tenemos en el viaje que realizó el pasado mes de julio a Nueva York. Entre los días 15 y 17, la alcaldesa de Barcelona se desplazó a la Gran Manzana para participar en una conferencia de la Global Task Force, un foro sobre desarrollo sostenible impulsado por la ONU.
Durante el encuentro, Ada Colau presentó una alianza de ciudades por el derecho a la vivienda. Dicho pacto consiste en un documento suscrito por políticos locales que piden a los gobiernos nacionales "medidas para detener los fenómenos de gentrificación y especulación que se están produciendo en las grandes áreas urbanas".
La declaración de la alianza incluye todo tipo de propuestas intervencionistas orientadas a reducir la libertad de mercado en el ámbito inmobiliario. Según reconoce el Ayuntamiento de Barcelona, los firmantes aspiran a tener "más competencias para regular la vivienda, más recursos para impulsar la vivienda pública, más herramientas para producir alternativas residenciales público-privado-comunitarias, más políticas de urbanismo inclusivo y sostenible y más cooperación municipalista en las estrategias residenciales".
Gastando como ‘la casta’
¿Cuánto costó el viaje de Colau a Barcelona? La alcaldesa se gastó 4.873 euros de dinero público, según recoge el portal de transparencia del consistorio catalán. Los gastos se desglosan del siguiente modo. 2.877,18 euros por la compra de los billetes de avión (un precio característico de la clase ejecutiva y no de los asientos en turista), 11,95 euros por la tramitación del visado de viaje (el llamado ESTA), 815,36 euros por dos noches de hotel (a más de 400 euros por jornada) y 1.168,92 euros por desplazamientos y traslados (taxis o similar).
Pero el viaje a Nueva York no es un caso puntual. De hecho, en lo que va de legislatura, Colau ha gastado 26.600 euros en distintos viajes sufragados por el contribuyente. Un episodio reciente que también despertó críticas de la oposición fue el paso de la alcaldesa por París. Y es que, del 10 al 11 de julio de este mismo año, Colau pasó un día y medio en la ciudad del amor, a razón de 1.148 euros. Dicho gasto se desglosa a razón de 281 euros de billete avión, 428 euros de desplazamientos y traslados y 440 euros de una única noche de hotel.
De modo que, en menos de una legislatura, Colau parece haber cambiado por completo de postura y, lejos de adoptar una política de contención de gasto acorde con su discurso, ha mantenido patrones similares a los de la casta política que tanto criticó antes de llegar a la alcaldía.