La Curva de Laffer refleja la relación entre los ingresos fiscales y los tipos de dichos gravámenes. Su autor, el célebre economista estadounidense Arthur B. Laffer, ha popularizado la idea de que ciertas subidas fiscales pueden tener efectos negativos para la recaudación, mientras que algunas rebajas impositivas tienen la capacidad de provocar el efecto contrario.
A lo largo de los últimos años, la evolución de la recaudación del Impuesto de Sociedades ha venido a confirmar la tesis de Laffer. Entre 2010 y 2018, el tipo general del gravamen empresarial por excelencia se ha reducido progresivamente, pasando del 28% al 19%. Sin embargo, los ingresos tributarios derivados de esta tasa no solo no se han reducido, sino que han crecido con fuerza al hilo del crecimiento observado en el sector privado de las islas.
Para ser precisos, los datos de recaudación que maneja Londres han alcanzado en el último curso los 58.000 millones de libras esterlinas (cerca de 65.000 millones de euros). Si comparamos estas cifras con los números de 2010, encontramos que el aumento de los ingresos fiscales ha sido del 44%.
El impacto del Brexit no ha impedido que se acentúe el fenómeno lafferiano observado en el impuesto que grava los beneficios empresariales. Si restringimos el período de estudio a 2016-2018, encontramos que los ingresos fiscales derivados de este tributo se han disparado un 26% desde el histórico referéndum que certificó la salida de Reino Unido de la Unión Europea.
Pero también ha ocurrido algo similar con el Impuesto sobre la Renta. Hace un lustro, el mínimo exento rondaba las 6.000 libras esterlinas (casi 7.000 euros). Por otro lado, los tipos vigentes eran del 20%, 40% y 50%. Sin embargo, el gobierno de David Cameron elevó a 11.500 libras (12.800 euros) el umbral a partir del cual se paga este gravamen. Además, se han revisado los tipos, con el objetivo de generalizar el tramo del 20% y de reducir la tasa superior del 50% al 45%.
Pues bien, a raíz de estas rebajas en el Impuesto sobre la Renta, el fisco no solo ha visto reducidos sus ingresos, sino que ha experimentado una subida del 15% en el volumen de recursos que llegan a las arcas públicas. Para ser precisos, el gravamen aplicado a los ingresos de los trabajadores genera hoy 168.640 millones de libras (188.000 millones de euros) frente a los 146.474 millones de libras (163.000 millones de euros) que aportaba antes de las rebajas.
El fenómeno también se observa si analizamos el conjunto de los ingresos fiscales, que durante el último lustro han pasado de 548.667 a 644.153 millones de libras (de 611.400 a 718.000 millones de euros), lo que supone un crecimiento del 17%.