Pedro Sánchez y Pablo Iglesias han acordado una nueva subida impositiva para el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Por el momento, todo apunta a un aumento en los tipos para aquellas rentas que superen los 140.000 euros anuales. Hasta ahora, todos aquellos que ganen más de 60.000 euros al año deben tributar al 45%. Con la reforma, España podría volver a aplicar un tipo del 52% -como ya se hizo en el 2012-. Si el Gobierno decide regresar a ese porcentaje, España volvería a colocarse en el top 5 de los países europeos que más gravan las rentas altas.
En el año 2012, cuando Cristóbal Montoro anunció la subida fiscal para las rentas altas, España se convirtió en el cuarto país europeo con el IRPF más alto, solo superado por Bélgica, Dinamarca y Suecia. Sin embargo, con la reducción al 45%, nuestro país se colocó en el mismo escalón que Reino Unido y pasó del cuarto lugar al décimo quinto. A pesar de ello, se colocó seis puntos porcentuales por encima de la media de la Unión Europea -que es del 39%-.
En 2016, el tipo máximo del IRPF sueco se colocó en el 57,1%, el más alto de la UE, mientras que Bulgaria, con el 10%, mostró la cara opuesta siendo el país con la tasa más baja para las rentas altas. Aunque, eso sí, cabe señalar que no todos los países hacen las mismas segmentaciones. Por ejemplo, el tipo máximo danés se aplica a aquellas rentas que superan los 134.000 euros. En España, se aplica el tipo máximo a partir de los 60.000.
La mayoría de los países del Este del Viejo Continente muestran una situación fiscal más favorable que la de los estados del Oeste. Eslovaquia, Letonia y Estonia aplican un 25%, un 23% y un 20% respectivamente a las rentas altas, mientras que la República Checa, Lituania y Hungría se quedan en el 15%.
Impuestos más altos no significa recaudar más dinero. Puede parecer a simple vista que cuanto mayor es un tributo, más dinero ingresará el Estado. Pero esto no siempre es así. Por ejemplo, en Malta, donde el tipo máximo de IRPF es del 35%, recaudó el equivalente al 6,8% de su PIB. Por su parte España, con un tipo máximo del 45% en 2016 recaudó un 7,3% del PIB a través de este tributo. Aunque en el tipo impositivo la diferencia es de diez puntos, en la recaudación se queda en las cinco décimas.
Actualmente, los cinco países con mayores gravámenes en el impuesto de la renta son Suecia con el 57,1%, Portugal con el 56,5%, Dinamarca con el 55,8%, Bélgica con el 53,7% y Países Bajos con el 52%. Por tanto, si España regresa al tipo de 2012, volvería a entrar en el top 5.
A nivel mundial, Europa se muestra como uno de los territorios con las tasas sobre la renta más altas. En Estados Unidos el tipo máximo aplicable es del 39,6% cuando se superan los 420.000 dólares. En Canadá el impuesto se paga a nivel estatal y a nivel provincial. A nivel estatal el máximo es del 33% y a nivel provincial del 21%. En Japón el gravamen máximo es del 45%, al igual que en China. En el caso de Suiza, cada ciudad marca su IRPF, el máximo lo anota Ginebra con el 44% y el mínimo Zug con el 22%.