Existen nacionalistas en Cataluña que quizás no se alegren de que brigadas anti-lazo amarillo quiten las provocativas cintas del mobiliario urbano, pero sí que se benefician económicamente de la guerra callejera desatada por el separatismo catalán. Cuando políticos como Inés Arrimadas o Albert Rivera quitan lazos amarillos en las calles como símbolo de protesta, los nacionalistas hacen caja. ¿Cómo? Comerciando con su ideología.
La crispación callejera aumenta y, como consecuencia, el volumen de ventas de los nacionalistas más avispados que han sabido hacer negocio y rentabilizar sus ideas en forma de producto. Pins, esteladas, senyeras, lazos amarillos, cruces, cartelería para terraza o balcón conforman parte del merchandising independentista creado por diversas marcas con sede en Barcelona. Tras el telón se esconde un auténtico mercado de color amarillo y estrellas que se dispara ahora de cara a la festividad de la Diada catalana.
Las tiendas del nacionalismo
Una de esas empresas que trabaja a todo tren en su almacén estos días es BanderaCatalana.cat. Sus propietarios son empresarios barceloneses separatistas y desde su compañía aseguran con total rotundidad que su plantilla de trabajadores ha ido in crescendo rápidamente desde sus inicios en 2012: "Empezamos en 2012. Nos conformamos con empresa en ese año y no hemos hecho otra cosa que crecer. Vimos que podíamos comercializar nuestra causa. Nos dimos cuenta de que las esteladas de tela se volaban en los balcones y eran difíciles de sujetar para los vecinos. Inventamos una bandera rígida y dimos el salto a la fama, fuimos pioneros en el mercado independentista", asegura el director de comunicación de BanderaCatalana.net
Lo cierto es que ser nacionalista catalán no es barato si se pretende ir a la moda y comprar todo el equipo. Los provocativos lazos amarillos cuestan en la web de BanderaCatalana.net 4,95 euros, una bandera estelada cuesta 19,90 euros, la senyera rígida de plástico para la fachada 7,95 euros y manifestarse por la liberación de "los presos políticos" y ser el que más destaque en la marcha sale por otros 20 euros más.
Alrededor de unos 60 euros cuesta ser un buen separatista, pero sólo obtendríamos los productos básicos. Para dar mayor clamor y presencia al asunto también existen pins para la solapa a 3,95 euros, collares y pañuelos con la estelada para perros y gatos, funda para tener un DNI o pasaporte del país catalán que tape la nacionalidad española, baberos para los más pequeños con el lema bordado "Somos una Nació", llaveros, chaquetas, mochilas para la vuelta al cole, gorras, pañuelos y hasta cascos para la moto; todos de color, por supuesto, amarillo, y llenos de decenas de estrellas blancas con el fondo azul.
La hucha de los separatistas
La pela es la pela y asociaciones separatistas como Omnium Cultural lo saben de buena tinta. La tendencia ahora son los lazos amarillos y, tal y como informan desde BanderaCatalana.net, el dinero de los lazos "va destinado a los CDR, la asamblea ANC y a plataformas como Ómnium", asevera el responsable de marketing
Y la cosa va tan bien que auguran un gran futuro para este tipo de comercio online. "Tenemos competidores catalanes separatistas, pero nosotros somos el nuevo Amazon Catalanista. Lo llamamos Market Place Catalán", anuncian.
Entidades como OniriCat o Estelania también se han sumado a la recaudación de fondos a través de sus plataformas online. Trabajan con comerciantes y fabricantes, sólo catalanes, que ofrecen desde relojes made in Barcelona hasta delantales de cocina. Un conglomerado de marcas y compañías colaboran con vinos, cavas, ropa, complementos y artilugios de toda índole que son enviados a los almacenes de los distribuidores separatistas. "Parte de las ganancias se destinan a la hucha común solidaria que tenemos para pagar multas y ayudar a nuestros presos", contestan desde BanderaCatalana.cat.
"Hasta nosotros se acercan a diario numerosos empresarios dispuestos a ofrecernos su mercancía. Tenemos pedidos a diario, no paramos. Somos ya casi una decena de empleados", responden desde esta plataforma.