En los momentos más difíciles de la Gran Recesión, los países bálticos recibieron fuertes críticas por parte de algunos de los economistas de cabecera de la izquierda. Stiglitz, Krugman, Roubini… Los principales gurús del progresismo se pronunciaron en contra de las políticas liberales de Estonia, Letonia y Lituania, advirtiendo del mal resultado que tendrían los ajustes presupuestarios y las bajadas de impuestos.
Sin embargo, como explicó Libre Mercado hace más de un lustro, las políticas desplegadas al Norte de Europa tuvieron un excelente resultado, relanzando el crecimiento y la creación de empleo desde el año 2010 en adelante. Su ejemplo de recuperación terminó marcando el camino a otros países de la Eurozona como España, Portugal o Irlanda, donde la devaluación interna fue replicada con resultados igualmente satisfactorios.
Pero en los países bálticos no se quieren dormir en los laureles. De hecho, el Parlamento de Lituania acaba de aprobar con mayoría absoluta una ley que reforma las cotizaciones socialespara reducir su peso sobre el salario bruto y aumentar por esta vía la remuneración neta que perciben los trabajadores.
En el marco de la ley adoptada a comienzos del verano, el sueldo bruto que queda exento de impuestos aumenta casi un 30%. Además de esta modificación, se ha reducido del 31,18% al 1,47% la cotización cargada a la empresa, mientras que ha subido del 9 al 19,5% la contribución exigida al trabajador.
Es importante señalar que, como consecuencia de la reordenación de las cotizaciones, la cuña fiscal efectiva va a reducirse a la mitad. Hasta ahora, la suma de las cotizaciones cobradas a la empresa y al trabajador ascendía al 40,18%, mientras que el nuevo paradigma recorta esa tasa conjunta de manera significativa, hasta el 20,97%.
Más reformas
Pero la norma adoptada en junio también incluye otras provisiones. Por ejemplo, se ha introducido una regla que fija un tope a las cotizaciones sociales equivalente a los 9.000 euros. Dicho umbral caerá progresivamente en 2019, 2020 y 2021, hasta situarse en el entorno de los 4.000 euros. Curiosamente, en España se está planteando el debate contrario, a raíz de las propuestas de destopar las cotizaciones sociales.
Al margen de las cotizaciones sociales, Lituania mantiene un sistema de fiscalidad personal basado en el ideal del impuesto de tipo único. El gravamen de referencia, aplicado a buena parte de los trabajadores, es del 20%. Solo las rentas más altas soportan un gravamen algo mayor en el IRPF, con un recargo de siete puntos que eleva su fiscalidad hasta el 27%.