El nuevo plan de ahorro anunciado por el régimen chavista es un nuevo fraude. El mandatario venezolano, Nicolás Maduro, anunció el domingo un Plan Nacional de Ahorro consistente en vender a los ciudadanos láminas de oro a fin de que puedan conservar mínimamente el poder adquisitivo de su dinero, tras la constante depreciación que sufre el bolívar en el actual contexto hiperinflacionario –el FMI calcula que los precios subirán este año 1.000.000%–.
"Ha llegado la hora del plan de ahorro en oro, vamos a ahorrar en oro", anunció el mandatario, tras explicar que este mecanismo será "de libre acceso" para trabajadores, pensionistas, amas de casa, empresarios y ciudadanos en general. En concreto, indicó que el Estado venderá dos modalidades de láminas de oro, a los que llamó "lingoticos": uno de 1.5 gramos a un precio de 3.780 bolívares (63 dólares) y otro de 2.5 gramos por un precio de 6.300 bolívares (105 dólares). "Ya estoy preparado, tengo varias miles de piezas para que el pueblo venezolano ahorre en oro", señaló el jefe de Estado.
Los detalles del plan, sin embargo, empezaron a conocerse el pasado lunes. Y la clave es que el oro brilla por su ausencia. El régimen chavista no venderá oro a la población, sino certificados de papel bajo la promesa de que su valor estará respaldado en oro. Es decir, en la práctica, se trata de una simple promesa de pago, equivalente a un bono del Tesoro, de un Gobierno cuya credibilidad es completamente nula.
Maduro explicó que el citado plan comenzará a partir del martes 11 de septiembre. "La base de oro, de certificados de oro, servirá de base sólida para el sistema crediticio y para que el pueblo pueda obtener créditos, ir recuperando la capacidad del sistema financiero", manifestó. Por cada "lingotico", la Casa de la Moneda emitirá 10 certificados digitales, pero el metal que los respalda estará bajo la custodia del Banco Central de Venezuela. Es decir, los ciudadanos no podrán intercambiar ese papel por metal físico.
El vencimiento de los certificados será de un año. Así pues, en teoría, y siempre y cuando Maduro cumpla su promesa, los venezolanos podrán liquidar ese papel por el valor de mercado que entonces refleje el citado "lingotico". Pero, en realidad, no deja de ser una nueva promesa de pago –la decisión última en cuanto al precio, el plazo y la posible liquidación estará en manos del Estado–.
Los certificados se emitirán por vía electrónica y, bajo "condiciones especiales", se podrán "monetizar" cada tres meses (intercambiar por el valor del oro en ese momento) si la persona en cuestión necesita el dinero, según añadió Maduro, si bien no ofreció más detalles al respecto. Se trata, en definitiva, de una nueva argucia, similar a la que en su día anunció con respecto a la creación del "petro", una criptomoneda respaldada teóricamente por petróleo, cuya emisión cosechó un rotundo fracaso en los mercados, ya que, en última instancia, no se puede intercambiar por barriles físicos de crudo… Ergo, es una promesa de pago, su valor real depende de la voluntad de un régimen sin credibilidad alguna.
Se agudiza la escasez de productos
Por otro lado, a casi una semana de que el Gobierno de Maduro fijara los precios de al menos 25 alimentos de la "cesta básica" se observa la desaparición casi total de estos productos en los mercados de abastos y supermercados de todo el país. Entre los precios fijados está el de la carne de vacuno en 90 bolívares soberanos (1,5 dólares) y el pollo en 78 bolívares soberanos (1,3 dólares).
En supermercados de Caracas, Efe pudo constatar que en las neveras donde debería exhibirse la carne de vacuno están completamente vacías, cubiertas con protectores. Solo están disponibles hamburguesas y croquetas de pollo, ambas procesadas, y a precios no regulados. Un carnicero que prefirió no ser identificado dijo que el comercio para el que trabaja no recibirá carne y que "no está claro" cuándo les llegará. Las neveras correspondientes a lácteos también están vacías, solo se observan productos de charcutería como quesos, jamón y salchichas y solo dos variedades de pescados que son considerados un lujo.
Rosaura Monasterios, trabajadora de la sección de carnes de uno de los supermercados visitados, indicó que el único despacho que recibieron el lunes fue de chuletas de cerdo. "Esto llegó a las 09.00 hora local (13.00 GMT) y hasta ahora no nos han dicho cuánto costará, estamos esperando cuál será el precio justo", dijo. La escasez de alimentos y productos de la "cesta básica" es general y evidente. En los anaqueles de artículos no perecederos que no están vacíos se observa poca cantidad de productos importados con los que se ocupa todo un anaquel.
La principal patronal de Venezuela, Fedecámaras, y la Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores (Anauco) alertaron recientemente sobre el desabastecimiento que se puede generar por el control de precios ordenado por el Gobierno de Maduro. También advirtieron sobre el "riesgo de quiebra" en el que caen muchas empresas por una regulación que se impone a los precios a la par de una fuerte subida del salario mínimo en medio de un escenario de hiperinflación.
La semana pasada el Ministerio Público indicó que desplegará una comisión integrada "por 68 fiscales especialistas en delitos económicos" en todo el territorio que estará "atenta a quien vulnere las medidas económicas". En esta cruzada se ha conocido de la detención de al menos 200 personas y unos 500 comercios han sido sancionados desde que se puso en marcha esta regulación que se enmarca en el plan de "recuperación económica" que ha impulsado Maduro y con el que, ha dicho, sacará al país de la crisis.