Vivir en Madrid implicará en 2018 pagar de media 439 euros al año por los bienes inmuebles que tengas, una cifra muy superior a los 315,2 euros que recaudarán de promedio el resto de capitales de provincia a través del IBI y cinco veces por encima de lo que tendrán que desembolsar los ceutíes.
Según un informe difundido por el Consejo General de Economistas, son los españoles que viven en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla los que disfrutarán de un IBI más bajo, con unas cuantías medias de 87 y 106 euros, respectivamente, lo que supone una diferencia con cualquier madrileño superior a 350 euros al año. Para la mayoría de las capitales de provincias la recaudación de este impuesto supondrá, este año, más del 50 por ciento de los ingresos percibidos mediante impuestos locales, un aspecto en el que destacará Ciudad Real, donde el peso del IBI será del 78,4 por ciento.
Tras Madrid, serán los habitantes de Castellón los que tengan que realizar un mayor esfuerzo y aportar a las arcas públicas 419,8 euros de media por este concepto, seguidos de cerca por los leoneses, cuyo ayuntamiento recaudará 407,3 euros per cápita. De las cuatro capitales catalanas, tres de ellas, Tarragona, Barcelona y Lérida, se situarán en los siguientes puestos, con unos ingresos que oscilarán entre los 370 y los 399 euros, dependiendo del municipio. Por encima de la media nacional, ubicada en 315 euros, y con un máximo por habitante de 357 euros, se encuentran otras nueve capitales de provincia: Ciudad Real, Segovia, Oviedo, Toledo, Santander, Soria, Gerona, Cádiz y Salamanca.
En la parte baja de la tabla, hay que irse desde el norte de África de Ceuta y Melilla hasta el País Vasco para encontrar la ciudad que menos dinero por habitante recaudará con el IBI: Bilbao, donde sus habitantes pagarán en septiembre 149 euros cada uno de promedio, una cifra muy similar a la de Pamplona, con 151 euros. Las dos capitales de Canarias, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas, también están entre las que menos dinero recaudarán con el IBI, un impuesto que, en este caso, les supondrá a cada habitante 189 y 225 euros, respectivamente. También están entre las capitales que menos recaudarán Palencia, con una cantidad de 190 euros, y Lugo y Pontevedra, que recibirán 223 euros por ciudadano.
Sin embargo, los ingresos de los ayuntamientos mediante el IBI no mantienen una relación directa, en todos los municipios, con los tipos impositivos que establece cada administración local. Y eso es así debido al diferente valor catastral de los inmuebles y a que los ayuntamientos tienen margen para fijar los tipos del IBI entre una horquilla que va del 0,4 %, como mínimo, hasta un máximo del 1,1 %, y también pueden aplicar exenciones y bonificaciones
Aunque Madrid recibirá la cantidad más elevada por habitante, es uno de los ayuntamientos con menor tipo impositivo local para los inmuebles urbanos, de donde proviene la mayor recaudación, un 0,51 por ciento, sólo ligeramente superior al mínimo establecido -del 0,4 por ciento-. Esta idea de mantener el tipo de gravamen a inmuebles urbanos cercano al mínimo también está presente en las administraciones locales de Toledo, Málaga, Albacete, Zaragoza, Burgos, Teruel o Santander, todas ellas con un impuesto que ronda el 0,45 por ciento. Por el contrario, Gerona, Lérida y Tarragona tienen un tipo impositivo que duplica el mínimo y que supera el 0,9 por ciento.
En lo referente a los inmuebles rústicos tan solo Lugo y las dos capitales de las provincias de Canarias mantienen el tipo impositivo en un 0,3 por ciento, el mínimo fijado por ley, y son Córdoba (1,22 %) y Valladolid y Orense, ambas con un 1,07 por ciento, las que tienen un mayor tipo para estas fincas.
Según el Consejo General de Economistas, durante el 2018 serán los bienes de características especiales los que tengan unos mayores tipos impositivos, que alcanzarán el máximo posible del 1,3 por ciento en 19 capitales de provincia, aunque 22 provincias no prevén obtener ingresos por esta vía. El informe señala, además, la necesidad de una reforma de la tributación de la riqueza debido a que los impuestos locales, en su mayoría, se configuraron hace mucho tiempo.