La recuperación de algunos de los destinos que compiten con España en materia de turismo, como es el caso de Egipto, Túnez o Turquía, se está reflejando en una cierta desaceleración en cuanto a la llegada de visitantes extranjeros en comparación con las fuertes subidas experimentadas en los últimos años.
Sin embargo, parte de este frenazo está siendo compensado por el incremento del turismo nacional, según ha explicado Rafael Gallego, presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), en los servicios Informativos de esRadio. Pero esta tendencia no se ha producido por igual en todas las regiones. El buen tono que experimentan los destinos tradicionales para los extranjeros, como es el caso de Baleares, Canarias y la zona de Levante, o la cornisa cantábrica en el caso de los nacionales contrasta con los malos datos que registra Cataluña.
Según Gallego, los negativos efectos del movimiento separatista, junto a la salvaje huelga que protagonizaron los taxistas de Barcelona hace escasas semanas, se ha traducido en una sustancial reducción de visitantes a Cataluña, donde la caída acumulada a nivel interanual en algunas zonas llega a rozar el 50% entre los nacionales y el 20% entre los extranjeros. El desplome está afectando incluso al turismo de ciudad, como es el caso de Barcelona, que es mucho más estable.