La caída de la lira turca no sólo se está trasladando a otras monedas emergentes, sino que también está afectando de forma indirecta a algunos de los países más débiles de la zona euro, como es el caso de Italia. El nerviosismo de los inversores se ha materializado en una subida de la prima de riesgo de Italia, que el lunes cerró en 279 puntos, con la rentabilidad del bono transalpino a diez años en el 3,102%, próximo al máximo anual del 3,164 % registrado el pasado 29 de mayo.
Este particular repunte ha generado al reacción del Gobierno italiano. Así, el euroescéptico Claudio Borghi, portavoz económico de la Liga, partido que forma parte del Ejecutivo junto al Movimiento Cinco Estrellas (M5S), advirtió en Twitter que o bien el BCE garantiza la compra de deuda pública para mantener bajo control la prima de riesgo o "se desmantelará todo", en una clara referencia al euro. "No hay una tercera opción", indicó.
Io sono sereno come l'arcobaleno... ormai credo che il meccanismo sia innescato. O arriverà la garanzia Bce o si smantellerà tutto... Non vedo terze vie.
— Claudio Borghi A. (@borghi_claudio) August 13, 2018
Mientras tanto, el líder del M5S y vicepresidente del Gobierno italiano, Luigi Di Maio, afirmó el lunes que las políticas que su formación quiere impulsar junto con su socio, la Liga, tienen como objetivo estabilizar la economía del país. Así lo aseguró quien es también ministro de Trabajo y de Desarrollo Económico en una entrevista con el diario italiano Corriere della Sera, donde advierte de que si alguien quiere utilizar los mercados contra el Gobierno, debe saber que Italia no necesita ser rescatada.
Argumenta que las propuestas que las dos formaciones han incluido en el programa político que firmaron tras las elecciones generales de marzo se llevarán a cabo "en el máximo respeto de los equilibrios de las cuentas" públicas. Sin embargo, reitera que el país pedirá a las instituciones europeas que sean flexibles y consientan al Ejecutivo "hacer las reformas que permitan bajar la deuda pública", que supera el 130% del PIB.
El Gobierno trabaja en la elaboración de unos Presupuestos Generales para el próximo año que deberán ser aprobados en otoño y en ellos Di Maio rechaza que se vaya a plantear la posibilidad de que Italia supere el techo del 3% del déficit en relación al PIB. "Convenceremos a la UE para hacer reformas que reducirán la deuda y aumentarán la demanda interna", recalca, al tiempo que confía en que el M5S y la Liga trabajen juntos "cinco años más en plena fidelidad".
Di Maio también se refiere a algunos proyectos que el Gobierno ha paralizado de forma temporal, como la venta de la siderurgia Ilva a la multinacional ArcelorMittal, un concurso que esta ganó con el anterior Gobierno y que ahora no convence a la actual Administración por los recortes en personal que se deberían llevar a cabo en la planta italiana. "Cuando se den las condiciones para un acuerdo las estudiaremos y buscaremos una solución, pero por el momento esto no se da", reflexiona.