En la declaración del Impuesto sobre la Renta, los propietarios de viviendas no ocupadas abonan un recargo equivalente al 1,1% del valor catastral del inmueble. Dicha cuota puede subir al 2% en el caso de que dicho valor catastral no se haya actualizado a lo largo de la última década. Sin embargo, el gobierno de Pedro Sánchez contempla una subida sustancial de esta tributación.
De acuerdo con el diario El País, que a su vez cita fuentes del Ministerio de Fomento, el Ejecutivo socialista quiere que la penalización fiscal aplicada a los propietarios de viviendas vacías se multiplique del 1,1% al 5%. Cierto es que la propuesta del departamento que dirige José Luis Ábalos debería contar con el visto bueno de los ministerios de Economía y Hacienda, pero la predisposición a subir impuestos que está mostrando el nuevo Gobierno invita a pensar que no habrá grandes luchas internas a la hora de encauzar una medida así.
¿En qué se traduce este palo fiscal a los propietarios de viviendas no ocupadas? Las estadísticas de la Agencia Tributaria nos dicen que el recargo del 1,1% generó en 2016 una recaudación de 4.682 millones de euros. Dicha cantidad se repartió entre siete millones de declarantes, que abonaron un pago medio de casi 660 euros por cabeza.
Multiplicar por cinco dicha cantidad, como plantean las altas esferas del Ministerio de Fomento, supondría elevar de 660 a 3.300 euros el coste fiscal de tener en propiedad una vivienda no ocupada. Con esta medida, el Gobierno de Sánchez estaría elevando el pago por IRPF de estos contribuyentes en unos 2.640 euros. Un fuerte encarecimiento del coste tributario de la propiedad inmobiliaria en España.
Penalización en IBI
En paralelo, el Gobierno de Sánchez está pensando en modificar las reglas del IBI para que los Ayuntamientos puedan gravar fiscalmente este tipo de situaciones. Así, según el borrador que ha divulgado El País, los socialistas abrirían las puertas a cobrar recargos del 50% en el IBI de los inmuebles que no son la residencia habitual del contribuyente en cuestión.
Ábalos ya avanzó en el Congreso que las intenciones de su Ministerio van por este camino. "Deben acometerse tareas pendientes como la definición de las viviendas desocupadas con carácter permanente, estimulando su incorporación al mercado del alquiler a través de un amplio catálogo de medidas regulatorias y de carácter fiscal", declaró en la Cámara Baja.