El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, mantiene este miércoles una reunión con las comunidades autónomas que se perfila como clave para atajar y solucionar la huelga que mantienen los taxistas y el conflicto abierto entre este sector y el de las empresas de vehículo con conductor (VTC), con firmas como Uber y Cabify. La importancia del encuentro reside en la propuesta del ministro de transferir a los gobiernos regionales la competencia para otorgar licencias de VTC, iniciativa que coincide con una de las reivindicaciones del taxi.
Asimismo, Fomento se ha mostrado abierto a analizar en una segunda fase la posibilidad de que los ayuntamientos puedan articular y conceder una segunda licencia urbana a estas empresas, instrumento con el que controlarían así su expansión frente al taxi y que también reclama este gremio. Por ello, algunos colectivos de taxistas han manifestado que mantendrían el paro que secundan desde hace casi una semana al menos hasta conocer el resultado de esta reunión del miércoles con los gobiernos autonómicos.
La reunión, prevista para las 18.30 horas, tiene lugar en el marco de la Conferencia Nacional de Transportes, que inicialmente estaba prevista para septiembre, y se registra dentro de la ronda de negociaciones abiertas por Fomento para atajar las protestas y los paros de los taxistas. Así, la conferencia se reúne después de que el lunes Fomento tuviera en un encuentro con las principales asociaciones del taxi.
En esta reunión, el Departamento propuso aprobar a mediados de septiembre una nueva regulación que permita cumplir la proporción de 1 VTC por cada 30 taxis que reclama el gremio. Asimismo, Fomento ratificó su compromiso de transferir a las regiones la competencia de dar licencias y también avanzó que el Gobierno realizará en el Consejo de Ministros de este viernes una declaración en la que se compromete a resolver el problema y a fijar una 'hoja de ruta' para acometer esta resolución. El Ministerio también se reunió, este martes, con la otra parte, con Unauto, la patronal de VTC, con la que convino abrir una comisión de trabajo y diálogo a partir del próximo mes de septiembre.
Distinto reparto de competencias
El nuevo repunte del enfrentamiento que el taxi y las empresas como Uber y Cabify mantienen desde hace más de un año tiene su origen precisamente en el diferente reparto de competencias que las distintas administraciones tienen sobre estos dos sectores. En concreto, reside en la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña del pasado jueves que dejó en suspenso el reglamento aprobado en Barcelona para exigir una segunda licencia urbana para los VTC ante las dudas de que esta Administración tenga capacidad para articularla.
Las competencias en los sectores del taxi y las VTC están repartidas, y de distinta forma, entre las diferentes administraciones. En el caso del taxi, Fomento no tiene competencia alguna. Su regulación y la concesión de licencias corresponde a los ayuntamientos, mientras que la fijación de tarifas y del número de licencias corresponde a los gobiernos autonómicos o locales en función de la distribución de competencias que tenga cada región.
Por contra, Fomento ostenta la facultad normativa y reguladora del sector de las VTC. El Ministerio también tiene por ley la competencia de dar las licencias, aunque está delegada a las comunidades, que son en la práctica las que las otorgan, si bien el Departamento pretende ahora trasferirles la facultad legal para ello.