Los países emergentes más importantes de la última década son Brasil, Rusia, India y China, conocidos como BRICs. Los dos últimos países concentran el grueso de la población mundial. La India tiene 1.324 millones de habitantes y China 1.379 millones. Es decir, entre ambos países suman 2.700 millones de personas, más del 35% de todos los habitantes del planeta. Con estos datos sobre la mesa, parece evidente que la marcha de las dos economías es fundamental para el desarrollo mundial.
Desde 1990, la India comenzó a integrar su economía en el libre mercado, liberalizó algunos sectores – como el industrial –, privatizó varias empresas hasta entonces de titularidad pública y redujo los controles a las inversiones extranjeras. Desde 1999, el PIB de la India a crecido por encima del 4% - salvo en 2001 que lo hizo un 3,9% - y la renta per cápita ha pasado de 434 euros a 1.717 en menos de 20 años. Todo esto a pesar de algunas barreras económicas propias de los sistemas anteriores.
De nuevo el sistema de librecambismo vuelve a demostrar que es el gran generador de riqueza. En los últimos diez años, la lista de millonarios del país se ha duplicado, lo mejor de todo es que las previsiones anunciadas por el grupo de investigación Nueva Riqueza Mundial siguen siendo sorprendentes. En 2027, el país asiático tendrá 950.000 millonarios, un 190% más que en 2007 – que terminó con 330.000 ricos –.
En 2007 la India solo tenía 124.000 personas que tuvieran más de 1 millones de dólares. Dos décadas después la riqueza se expande hasta el punto de rozar el millón de personas que acumulan más de 1 millón de dólares. En esta lista de ricos aparecen Ritesh Agarwal, fundador del grupo hotelero OYO o Kunal Bahl co-fundador de Snapdeal.
Entre estos millonarios, la riqueza que se reparten es de unos 8.200 millones de dólares. Pero, para 2027, la cifra ascenderá a los 25.000 millones. Aunque son cifras lejanas a las grandes fortunas europeas o americanas – solo Amancio Ortega tiene más de 71.000 millones de euros – lo cierto es que para un país que vivía sumido en la pobreza son datos muy esperanzadores.
De todos estos millonarios indios, el 40% residen en el país y ocupan puestos directivos en las empresas más importantes nacionales y multinacionales.
La pobreza extrema también baja
La pobreza extrema a nivel mundial se ha reducido un 25% desde 1990 y en parte se debe al fuerte crecimiento de China y de la India. A comienzos de la última década del siglo XX, el continente asiático contaba con más de un 50% de habitantes en situación de pobreza extrema. En 2015 ya estaban rozando el 11%. A pesar de ello, como suele ser habitual en los países emergentes, la India no tiene una clase media asentada, aunque no para de crecer, y los contrastes sociales son evidentes. Sin embargo, compañías como IKEA aseguran que el nacimiento y crecimiento de una clase media en este país les permitirá sobrevivir a los próximos 75 años.