Hace 28 años, en 1990, el Gobierno decidió prohibir, haciendo caso a las recomendaciones sanitarias, la leche cruda. Este tipo de leche es aquella que está sin hervir y sin pasteurizar. Los riesgos del consumo de esta bebida sin tratar son muchos y muy variados. Pueden ir desde la aparición de bacterias como la E.Coli y la Campylobacter, hasta ser el motivo de varias intoxicaciones.
Sin embargo, el Gobierno de Cataluña, y el Gobierno de España, tal y como adelanta El País, regularán el uso de esta leche cruda para su comercialización. El Ministerio de Sanidad pondrá una serie de requisitos para este producto, ya que al no estar tratado podría causar serios problemas. "La leche cruda puede vehicular microrganismos patógenos y el riesgo puede ser reducido, pero no eliminado por el uso extremado de prácticas higiénicas", advierten desde el Comité Científico de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición.
Los profesionales sanitarios están alertando de los riesgos de consumir este tipo de productos, ya que la leche se consume sin haber pasado ningún proceso de esterilización o pasteurización. Por lo que, si el consumidor no hierve la leche en su casa antes de consumirla podría exponerse a riesgos sanitarios.
Un gran riesgo
En Italia hace unos años, esta misma moda que apuesta por el consumo de los productos naturales no tratados, ha causado una oleada de enfermedades, sobre todo, entre los más pequeños. Un estudio del Instituto de Sanidad italiano alertó de que el síndrome urémico hemolítico en niños estaba causado por haber ingerido leche cruda. Finalmente, el Gobierno italiano obligó a los fabricantes a tener que hervir la leche antes de ponerla a la venta.
Pero no solo Italia ha vivido algo parecido. En Estados Unidos varios Estados permiten la venta de este tipo de leche sin pasteurizar. El resultado es que causan unas 760 enfermedades anuales y se producen 22 hospitalizaciones al año. Los lácteos no pasteurizados son los responsables de 840 veces más enfermedades y 45 más hospitalizaciones que los pasteurizados.
Ya pasó con el agua
En Estados Unidos, y más concretamente en Silicon Valley, se puso de moda hace unos meses el consumo de una marca de agua sin tratar, llamada Live Water. Esta agua sin filtrar contiene una gran cantidad de microbios a pesar de provenir de manantiales. De hecho, los expertos en medicina norteamericanos ya advirtieron de que consumir este producto puede provocar cólera, Hepatitis A e infecciones por Giardia.
Una moda sin sentido
Desde hace unos años se están juntando dos corrientes que no tienen sentido alguno si se pone atención a los motivos científicos. Por un lado, se está creando una falsa creencia en que consumir esta agua sin tratar o la leche cruda son mejor para el cuerpo. En el caso de la leche, los defensores de tomarla sin tratar creen que tiene más nutrientes y más sabor. Mientras que los que beben agua sin filtrar dicen que se sienten mejor y que notan un mayor bienestar. Algo que los científicos y médicos han negado tajantemente.
Pero quizá, la otra variante de esta moda es aún más peligrosa. Se trata de la decisión de muchos padres sobre no vacunar a sus hijos. Solamente en Barcelona hay 3.000 niños sin vacunar por decisiones ideológicas de sus progenitores. Algo que preocupa al sector sanitario, ya que podrían reaparecer enfermedades ya extintas en España y, sobre todo, la salud de los pequeños podría estar en riesgo. Si además de no estar vacunados comienzan a tomar productos sin tratar y libres de microbios dañinos, el riesgo es evidente.