La firma de lujo británica Burberry destruyó en el último año todos sus productos que no fueron vendidos (ropa, accesorios y perfumes) con el fin de proteger su marca, según se desprende de su informe anual difundido la semana pasada.
Con el objetivo de impedir que sus diseños sean robados o vendidos a un precio inferior al que corresponde, Burberry decidió destruir todos aquellos productos sobrantes, valorados en unos 28,6 millones de libras (32 millones de euros).
Según la firma, la energía que se genera de esta quema es almacenada, por lo que el proceso no contamina.
Burberry reconoció, no obstante, que el pasado año el volumen de productos destruidos fue superior a lo habitual, dado que tuvieron que deshacerse de una gran cantidad de perfumes tras haber firmado un nuevo acuerdo con la marca estadounidense Coty. Por ello motivo, la firma británica se vio obligada a eliminar creaciones (en su mayoría fragancias) que tenían un valor total de 10 millones de libras (11,19 millones de euros).
"Burberry es muy cuidadosa al tratar de minimizar la cantidad de existencias sobrantes que producimos. En los casos en que es necesario deshacerse de los productos, lo hacemos de manera responsable y buscando siempre la forma de reducir y revaluar nuestros residuos", aseguró un portavoz de la compañía.
En los últimos años, la firma ha aumentado sus esfuerzos por posicionarse como una de las principales marcas del mercado del lujo, tratando de recuperar la exclusividad que le caracteriza, lo que significa que debe evitar copias e imitaciones.
De acuerdo con los últimos datos disponibles, la firma anunció este año un aumento del 5% en sus beneficios, que alcanzaron los 413 millones de libras (462 millones de euros).