Las organizaciones de autónomos ATA y UPTA han consensuado una propuesta para que los trabajadores autónomos coticen en función de sus ingresos reales, a través de un sistema de cinco tramos de cotización que beneficiaría especialmente a los trabajadores por cuenta propia con menores ingresos. En cualquier caso, la elección de la base de cotización seguiría siendo voluntaria.
Esta propuesta viene después de que la ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, asegurara hace unos días que el Gobierno trabaja para que los autónomos coticen por sus ingresos reales y puedan hacerlo trimestralmente o con correcciones a lo largo del año.
Según han explicado a Europa Press en fuentes de ambas organizaciones, los autónomos cuyos rendimientos netos no lleguen al salario mínimo interprofesional (SMI) cotizarían a la Seguridad Social 50 euros mensuales, aunque para ello tendrán que acreditar (con su declaración fiscal) que no sobrepasan el SMI.
El segundo tramo comprende a los autónomos con ingresos superiores al SMI y hasta 30.000 euros anuales, que no tendrían que pagar más de cotización al finalizar el año fiscal, aunque eligieran la base mínima.
Caso distinto es el de los tres tramos siguientes. Los autónomos que ingresen anualmente entre 30.000 y 40.000 euros, aunque podrán elegir libremente la base, cotizarían sobre 14.000 euros anuales, el equivalente a la base del Grupo 1 del Régimen General.
Por ejemplo, si un autónomo tuviera unos ingresos anuales de 35.000 euros y hubiera cotizado por la base mínima, tendría que regularizar (en un único pago) su cotización, pagando la diferencia entre la base mínima y la base de 14.000 euros, y todo siempre al finalizar el año fiscal.
En el caso de los autónomos con ingresos de entre 40.000 y 60.000 euros, ATA y UPTA plantean una base de cotización de 18.000 euros, y entre los que ingresan más de 60.000 euros, la propuesta de ambas organizaciones es una base de 24.000 euros anuales. En todos los casos, las regularizaciones por las diferencias de base de cotización se harían siempre a posteriori, una vez conocidos los rendimientos netos declarados.
Ambas organizaciones han destacado que este sistema es "más justo" que el actual y no incrementa la cotización a la gran mayoría de autónomos que se encuentran en los términos medios de ingresos, sino a los que tienen mayores rendimientos.
Ahora bien, a efectos de prestaciones futuras, los autónomos cotizarían por la base completa establecida en cada tramo. De este modo, aunque un autónomo optara por cotizar por la base mínima todos los años y hacer posteriormente las correspondientes regularizaciones con la Seguridad Social una vez finalizado el año fiscal, sus prestaciones se calcularían sobre las bases fijadas para cada tramo (14.000, 18.000 y 24.000 euros en los tres últimos tramos).
Al mismo tiempo, ATA y UPTA apuestan por establecer un sistema de incentivos fiscales para aquellos autónomos que quieran elevar su base de cotización a la Seguridad Social por encima de la mínima, en las mismas condiciones que tienen las aportaciones a los planes de pensiones privados, todo ello en el marco de una potencial reforma del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF).