El fondo Blackstone se ha convertido en uno de los chivos expiatorios predilectos de la extrema izquierda española. El refuerzo de su negocio inmobiliario en España ha dado pie a la caricaturización de la entidad como una suerte de demonio financiero que, según el relato de Podemos o la Plataforma Antidesahucios, se dedica a especular con la vivienda, actuando sin escrúpulo alguno. Siguiendo este relato, los comunistas ibéricos insisten en presentar a Blackstone como una firma responsable de todo tipo de atropellos, incluidos numerosos desahucios.
Así las cosas, Blackstone se ha visto obligada a dar la cara en el Congreso de los Diputados, en el marco de la comisión parlamentaria que investiga la crisis financiera. Claudio Boada, directivo de la entidad, no rehuyó las preguntas de los diputados presentes en la sesión, sino que pasó a la ofensiva y, basándose en datos oficiales, desmontó las acusaciones que lanzaron contra él los parlamentarios de Podemos.
Boada apuntó que Blackstone solo ha desahuciado con intervención policial a 21 familias que se encontrasen en situación de vulnerabilidad. Si tenemos en cuenta que su cartera en España supera las 50.000 viviendas, hablamos de apenas el 0,04% del total. Aún así, Boada señaló que esta cifra incluye cinco casos de okupación, por lo que el dato podría afinarse aún más.
En el resto de los episodios, el desalojo de inmuebles se ha producido con una orden judicial de por medio y sin necesidad de acudir a las fuerzas de orden público. De modo que, como es habitual con los argumentos de Podemos y la Plataforma Antidesahucios, los datos reales se alejan significativamente de la histeria con la que la izquierda radical aborda estas cuestiones.
De hecho, Boada ha explicado que el procedimiento habitual que sigue Blackstone esa por "negociar con los inquilinos y buscar un acuerdo". Así, mientras que los casos de desahucio con intervención policial son puntuales, el fondo tiene documentación que acredita más de 1.000 negociaciones de este tipo con todo tipo de inquilinos. Esto incluye rebajas de precios, medidas de realojamiento, ampliación de los plazos de pago, programas de reinserción laboral…
De hecho, de los casi 20.000 créditos hipotecarios que Blackstone compró a Catalunya Caixa, Boada explicó que casi 14.000 fueron sujetos a renegociaciones. A base de "daciones en pago" y otros mecanismos, el vehículo financiero ha condonado a los inquilinos morosos más de 1.150 millones de euros de deudas hipotecarias.
Promociones de vivienda pública con un 90% de okupación
Durante su paso por el Congreso, Boada explicó que la cartera más problemática en este sentido son las 1.800 viviendas que vendió la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo de Madrid. Esta operación resulta especialmente llamativa, porque Ahora Madrid ha cargado contra ella en distintas ocasiones.
Sin embargo, según los datos que aportó Boada, esta promoción tenía okupados casi el 70% de sus domicilios. De hecho, esa cifra ha crecido hasta rebasar el 90%, de modo que la práctica totalidad de los edificios están okupados. Por tanto, el discurso del partido que ahora gestiona el Ayuntamiento de Madrid parece ir destino a proteger un escenario de okupación masiva, más que una situación de necesidad.
Otro asunto caliente al que ha hecho alusión la izquierda radical es el suicidio de un inquilino residente en Barcelona que se quitó la vida el pasado mes de junio, días antes de un desahucio. Al respecto, Boada lamentó lo ocurrido ("nos apena profundamente") pero explicó que la entidad llegó a negociar en diecisiete ocasiones con él, ofreciéndole incluso la condonación de la deuda y la entrada en un programa de ayudas al realojo.