Eduardo Leira Sánchez, arquitecto y marido de Manuela Carmena, escribe hoy un artículo en El País en el que considera que ha de abrirse un debate sobre la "política de vivienda".
Ante la subida de los alquileres, Leira propone "medidas inmediatas, de choque". Como medida estrella que suprimirá de inmediato el problema se le ocurre un nuevo derecho. "Cabe empezar a reconocer el derecho al lugar. La Constitución establece el derecho a una vivienda digna. No establece dónde haya de materializarse ese derecho. Dado el inusitado atractivo que hoy concitan las áreas centrales de las ciudades no todo el que pretenda allí residir va a poder hacerlo. Hay que establecer entonces reglas que permitan matizar, en términos sociales, lo que de otra forma se dejaría tan solo al mercado. El criterio básico consistiría en que los aumentos de la renta, reconociendo el mercado, hayan de ser inversamente proporcionales a los años anteriores de permanencia del inquilino". En resumen, que en lugar de que el propietario suba el alquiler al inquilino todos los años, lo baje.
El marido de Carmen cita como precedente de este derecho el chabolismo, el derecho que "los residente en barrios de chabolas de Madrid y otras ciudades consiguieron que se les reconociera. Su derecho a nuevas viviendas en el lugar que, con su presencia y resistencia en condiciones precarias, habían contribuido a revalorizar".
En opinión de Leira, "con la introducción de esa relación inversa de incremento de alquileres/tiempo de permanencia, se introduciría además una aproximación a la conveniente baremación de los alquileres. Sería algo que pudiéramos denominar el alquiler equitativo, en función de la localización y de las características del inmueble y de la vivienda. Algo propio de una economía social de mercado, a establecer de acuerdo con los Ayuntamientos". Si tenemos en cuenta que su mujer es la mayor autoridad del Ayuntamiento de Madrid, los madrileños estamos de suerte. La próxima medida de Carmena será que los propietarios no puedan subir el precio del alquiler de sus casas, sino que al contrario, tendrán que bajarlo. Cuanto más tiempo residamos en un piso de alquiler menos pagaremos, incluso podría llegar un momento en el que sea gratis. Eso compensará las penurias que hace pasar a los conductores.