El Índice de Precios de Consumo (IPC) aumentó un 0,3% en junio en relación al mes anterior, y elevó dos décimas su tasa interanual, hasta el 2,3%, su nivel más alto desde abril de 2017 (2,6%), según los datos definitivos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que coinciden con los avanzados a finales del mes pasado.
Estadística señala que en el repunte de la tasa interanual del IPC de junio ha influido principalmente el encarecimiento de las gasolinas; de los alimentos, especialmente de las frutas; de la electricidad, y del gasóleo para calefacción.
La tasa interanual de junio es la vigésima segunda tasa positiva que encadena el IPC interanual e implica que los precios son hoy un 2,3% superiores a los de hace un año.
Tras haber registrado en enero una tasa interanual del 0,6%, la más baja en 16 meses, el IPC interanual volvió en febrero a superar el 1%, tendencia que se mantuvo en marzo y abril. En mayo ya se alcanzó la barrera del 2%, a la que no se llegaba desde abril de 2017.
La inflación subyacente, que no incluye los precios de los productos energéticos ni de los alimentos no elaborados, bajó una décima en junio, hasta el 1%, con lo que se sitúa 1,3 puntos por debajo del IPC general.
En el sexto mes del año, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa anual en el 2,3%, dos décimas por encima de la tasa de mayo.
Transporte, alimentos y vivienda
En el aumento del IPC interanual de junio ha influido el repunte en un punto, hasta el 6,1%, de la tasa de transporte, motivado por el encarecimiento de los precios de los carburantes.
Asimismo, la tasa interanual de vivienda subió tres décimas, hasta el 2,6%, por los precios de la electricidad y del gasóleo para calefacción, frente al coste del gas, que bajó durante este mes.
Los alimentos y bebidas no alcohólicas incrementaron su tasa interanual en junio hasta el 2,5%, cinco décimas más que en mayo, por la subida de los precios de las frutas y por el hecho de que los precios de las legumbres y hortalizas bajaron menos de lo que lo hicieron en junio de 2017.
Por el contrario, hoteles, cafés y restaurantes recortaron tres décimas su tasa interanual, hasta el 1,7%, debido a que los precios de los servicios de alojamiento no subieron tanto como en junio de 2017, mientras que la tasa de ocio y cultura disminuyó dos décimas, hasta el 0,6%, como consecuencia de que los precios de los paquetes turísticos han subido menos que un año antes.
Frutas, luz y turismo
En términos mensuales, el IPC subió un 0,3% en relación a mayo debido principalmente a las frutas, los paquetes turísticos, la luz, las gasolinas, la restauración y los servicios de alojamiento.
En concreto, el grupo de alimentos incrementó sus precios un 0,5% por el encarecimiento de las frutas, en tanto que el grupo de ocio y cultura elevó un 0,9% sus precios en el mes de junio por el encarecimiento de los paquetes turísticos.
También se experimentaron repuntes mensuales en el grupo de hoteles, cafés y restaurantes (+0,3%) por el mayor coste de los servicios de alojamiento y, en menor medida, de la restauración; en la vivienda (+0,5%) por la subida de la electricidad y del gasóleo para calefacción, y en el transporte (+0,4%) por el alza de los precios de las gasolinas.
La fruta fresca, lo que más sube
Por rúbricas, las que más elevaron sus precios en tasa mensual fueron las frutas frescas (+7,3%) y las patatas y sus preparados (+3,7%).
Por el contrario, los mayores descensos mensuales se registraron en las legumbres y hortalizas frescas (-3,5%), la ropa de mujer (-1,9%) y los aceites y grasas (-1,5%).
En tasa interanual, las rúbricas que experimentan los mayores descensos de precios son el azúcar (-2,5%), los objetos recreativos (-1,9%), y electrodomésticos y reparaciones y el transporte público interurbano (-1,4% en ambos casos).
En el lado opuesto, los mayores ascensos de precios en el último año los experimentan las frutas frescas (+14,1%), el transporte personal (+6,8%), huevos (+6,1%) y legumbres y hortalizas frescas (+6%).