La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) ha asegurado que la fabricación y venta de vehículos diésel en España da empleo directo a más de 40.000 personas en España y a 17 fábricas en el territorio nacional.
La organización sale al paso así de las declaraciones de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que aseguró que el diésel "tenía los días contados", lo que, en su opinión, tendrá "graves consecuencias" sobre el empleo del sector del automóvil y la producción de vehículos en España. Además, el Gobierno prepara una subida de impuestos al diésel.
Anfac indicó que en Españase fabrican más de 1,2 millones de vehículos diésel al año (de los 2,85 millones totales) y afirmó que la producción de automóviles en España representa el 10% del PIB y da empleo al 9% de la población activa nacional.
En este sentido, el presidente de la asociación, José Vicente de los Mozos, afirmó que la incertidumbre solo puede provocar que se pierdan oportunidades de nuevas adjudicaciones de modelos a las plantas españolas, lo que puede provocar que la industria nacional "se debilite gravemente".
"Las plantas en España trabajan cada día en la adecuación de sus líneas de producción, para integrar cuanto antes las exigencias normativas medioambientales y todas las mejoras tecnológicas", aseguró, al tiempo que recordó que, en cuatro años las compañías, de automoción han invertido en España unos 10.000 millones de euros.
En defensa del diésel
Ante las declaraciones de Ribera, el vicepresidente ejecutivo de Anfac, Mario Armero, defendió que los motores diésel actuales "están más avanzados tecnológicamente que nunca" y señaló que los fabricantes están preparados para adaptarse a las políticas medioambientales y sociales, aunque apuntó que se necesita una "transición ordenada y una gestión adecuada de estos cambios".
Asimismo, señaló que los desarrollos tecnológicos han hecho posible que los automóviles actuales puedan considerarse "de ultra bajas emisiones" respecto a los de hace décadas, aunque resaltó que el incremento del parque en las ciudades y la mayor preocupación por la calidad del aire, "imponen nuevos retos" que deben ser afrontados recurriendo a nuevas mejoras de los sistemas convencionales y, sobre todo, a la renovación del parque.
Desde la organización, explicaron que los 14,5 millones de vehículos de más de diez años que circulan por España emiten un 90% más de emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y de partículas que los actuales y aseguraron que no existe ninguna iniciativa europea que tenga un calendario de prohibición de vehículos nuevos diésel, ni de vehículos de combustibles fósiles.
Subida "progresiva" al diésel
En este sentido, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha asegurado que la subida de impuestos al diésel será "progresiva" y que cualquier regulación que adopte el Gobierno en esta línea excluirá "expresamente" a transportistas profesionales y a autónomos.
Montero afirmó que la equiparación entre diésel y gasolina "no incidirá" sobre las cuentas de resultados de las pequeñas y medianas empresas o autónomos ni de aquellos sectores que puedan ser "vulnerables" en el desarrollo de su actividad.No mencionó al conductor particular.
La titular de Hacienda defendió que la subida de impuestos al diésel planteada por el Ejecutivo está en línea con las recomendaciones de Europa. "Es un camino que hay que recorrer progresivamente para eliminar prácticas que puedan ser contaminantes con el medio ambiente o nocivas para la salud, como ya han hecho ayuntamientos de grandes ciudades con las limitaciones al tráfico (de los vehículos diésel más contaminantes)", subrayó.
En este sentido, Montero afirmó esta subida de impuestos al diésel para equipararlo con la gasolina no se producirá de un día para otro, sino que será un "camino progresivo" con el que intentar "disuadir" la utilización de este carburante como fórmula más utilizada por los españoles.