La productividad del sector público español ha crecido a un ritmo del 0,5% entre 1996 y 2017, mientras que la del sector privado lo ha hecho a un 0,8%. En el resto de Europa, la productividad de la Administración se mantiene, en los principales países, por detrás de la del sector privado. Según el último estudio del BBVA Research, aunque la brecha entre ambos sectores se mantiene, está más igualada que en el resto de la Unión Europea.
El sector privado crece a un ritmo del 0,8%, pero la media del resto de la UE es del 1,6%. Es decir, la productividad de las compañías españolas crece la mitad que en el resto de los países. En el Reino Unido, el aumento es del 1,5%, en Portugal del 1,4% y en Francia del 1,3%. Las razones, según el informe, pueden encontrarse en las características del mercado laboral español. En cuanto a la Administración, el crecimiento de la productividad está dos décimas por encima de la media europea (España registra un 0,5% de crecimiento y la UE un 0,3%).
El estudio del BBVA señala la importancia de la productividad de la Administración debido a que el Estado ha gestionado el 42% del PIB durante los últimos 20 años (es la media de las últimas dos décadas, el control sobre el PIB ha ido creciendo). Además de ello, aporta un 20% de Valor Añadido Bruto (VAB) a la economía y que además tiene 3 millones de trabajadores.
"Las posibles ganancias en productividad que se den en el sector no solamente son importantes de cara al ahorro de recursos, la mejora en la calidad de los servicios que se prestan y el impacto que puedan tener en la competitividad de las empresas que utilizan estos bienes y servicios públicos", señala el estudio.
A la cola de Europa en eficacia
Otro de los barómetros que mide el estudio es el Índice de Eficacia de los Gobiernos que mide la calidad de la burocracia, la calidad de la educación y la satisfacción con el transporte público, entre otros parámetros. Las notas van desde el -2,5 y el 2,5. España obtiene un 1,1 y se sitúa a la cola de Europa y en el puesto 36 a nivel mundial. Singapur, Suecia y Dinamarca son los que ostentan los primeros puestos del ranking.
Por su parte, el Indicador de Desempeño Global del Sector Público, que valora la eficiencia de la política de gasto público, el exceso de regulación, la transparencia y la sencillez judicial da a España un 3,4 sobre 7. Es decir, nuestro país suspende y se coloca en el puesto 80 de 137 países. La peor nota la obtiene en el apartado de regulación, ya que con un 2,8 sobre 7 el índice señala que existe un exceso de normativa. Comparado con Europa, España solo se sitúa por delante de Italia y de Portugal y muy por detrás (más de 60 puestos por detrás) del Reino Unido o Alemania.
"Tanto la productividad como los indicadores de eficacia del gobierno sitúan a España en la cola de Europa, evidenciando la necesidad de seguir avanzando en mejorar estos aspectos para que el país pueda alcanzar al grupo líder de Europa", recoge el estudio.