Andrés Manuel López Obrador, más conocido como AMLO, es el nuevo presidente de México y tomará posesión del cargo dentro de seis meses. El 1 de julio el país eligió al líder del partido Morena con más de un 50% de los votos, el doble que Ricardo Anaya, candidato del PAN. Además de lograr la presidencia, ya que México tiene un sistema presidencialista, la candidatura Juntos Haremos Historia, en la que está integrado el partido de AMLO, ha logrado 54 de los 96 escaños en el Senado y en la cámara de diputados logran 208 escaños de los 300 en juego. Se trata de una victoria histórica para este partido de corte populista e izquierdista.
¿Quién es Andrés Manuel López Obrador?
AMLO es un político muy popular en México. Se presentó a la presidencia en 2006 y en 2012, finalmente a la tercera, ha logrado el objetivo que pretendía desde hace ya más de una década. En 2006, consiguió el 35,29% de los votos, frente al 35,91% que logró Felipe Calderón. En 2012, perdió con más de un 6% de los votos frente a Peña Nieto. Esta vez, ni Ricardo Anaya, del PAN, ni José Antonio Meade, del PRI, han conseguido hacerle sombra.
El nuevo presidente de México siempre ha mantenido un discurso populista abogando por una política económica proteccionista y machacando a sus adversarios políticos con la corrupción. En México, las dos grandes preocupaciones son la inseguridad (132 políticos han sido asesinados durante la campaña) y la corrupción. AMLO le ha achacando al PAN y al PRI que no hayan atajado estos dos problemas después de haber estado en el poder los últimos 12 años. Ni Anaya, ni Meade consiguieron mostrar una alternativa al discurso de López Obrador, que fue ganando cada vez más adeptos.
Propuesta de AMLO
La política económica por la que apuesta AMLO es abiertamente de izquierdas. En su programa se encuentra un plan para "rescatar el campo" y fijar los precios de los productos agrícolas para lograr la "soberanía alimentaria". Es decir, una fuerte apuesta por la intervención estatal en la economía del país. Durante la campaña también abogó por reformar las refinerías petroleras y construir dos más para frenar la caída de producción del crudo.
Entre otra de sus medidas populistas se encuentra la dar una beca mensual a 300.000 universitarios y contratar en empresas públicas a 2,2 millones de jóvenes que ni estudien ni trabajen. Además, durante sus discursos también habló de establecer un sistema de educación gratuita a "todos los niveles", incluyendo las universidades, y aumentar las pensiones. Según AMLO, todo se financiará de la lucha contra la corrupción y no tendrá que subir impuestos.
Aunque López Obrador se muestra contrario a la reforma energética hecha por Peña Nieto, que permitía la inversión privada en la explotación de hidrocarburos, en sus últimos discursos, el ya presidente, aseguró que esta reforma no se podía cambiar.
¿Qué esperar de AMLO?
Con la mayoría en ambas cámaras López Obrador tendrá más opciones de implantar sus políticas económicas y también las no económicas. Por ejemplo, AMLO propuso dar una amnistía a los narcos, que generó una gran controversia. Del nuevo presidente se puede esperar un aumento del gasto, unas medidas económicas proteccionistas, mayores regulaciones para la inversión privada y, probablemente, la suspensión del tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá. El NAFTA ya estaba generando una gran polémica desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca, y la victoria de AMLO podría ser el final de este acuerdo.
Por el momento, la inversión está paralizada en México a la espera de los primeros pasos que de AMLO. Los inversores quieren conocer si será tan duro como en la campaña o, una vez en la presidencia, rebajará el tono y no se mostrará tan contrario al libre mercado. Además, cabe señalar que tras la reforma fiscal de Trump, muchas empresas afincadas en México han cambiado y están cambiando su sede, por lo que un endurecimiento de la política fiscal podría agudizar la fuga de compañías. Con todo esto sobre la mesa, quedará esperar las decisiones de López Obrador en el corto y medio plazo. Si se muestra como en sus discursos México se enfrenta a una economía más intervenida, a un aumento del gasto y a un crecimiento del tamaño del Estado.