Agustín Sales, propietario de un chalet patera en Ibiza, tiene abierta una auténtica guerra con el Ayuntamiento de la isla. Por el momento, las autoridades no han conseguido derribar su vivienda con la que llega a ganar hasta 170.000 euros en la época estival. Así lo expresa en El Diario de Ibiza, el ideólogo del nuevo invento.
Sales convirtió su chalets de 706 metros cuadrados en un hotel pirata donde cobra por una cama 395 euros al mes. El programa que presenta Ana Rosa Quintana en Telecinco se ha adentrado a comprobar cómo viven los más de 90 inquilinos de la casa patera de Sant Antoni.
Sales ha aprovechado al milímetro cada rincón de esta vivienda antaño de lujo. Los arrendatarios sólo disponen de una cama de 80x80cm y 7 metros cuadrados de espacio para cada uno de ellos. La sensación de claustrofobia es latente en estos trabajadores temporales y turistas de paso que se ven en la tesitura de tener que alquilar estos ínfimos habitáculos si quieren echar la jornada de trabajo en Ibiza.
El programa de A3, Espejo Público también se ha hecho eco de los testimonios de los habitantes del chalet patera quiénes se han unido para denunciar las nefastas condiciones en las que conviven.
Sin embargo, ¿por qué lo hacen? La falta de espacio en Ibiza unido a la masiva afluencia de turistas, está propiciando situaciones tan rocambolescas como la de chalet de Sant Antoni. La mayoría de los afectados suelen ser personal del sector servicios, como camareros, recepcionistas, animadores, guías, traductores o gogós, que viajan en verano hasta la isla balear durante los seis meses de temporada alta. Según informa El Diario de Ibiza, para estos empleados de las vacaciones, el verano ibicenco es su única fuente de ingresos que les sirve para vivir el resto del año en baja temporada, aunque el precio que tienen que pagar está siendo cada vez más alto.
Furgohoteles sin baño por 1.800 euros al mes
Además de la transformación de chalets, los propietarios de vehículos también han echado mano del ingenio para sacar unos euros en Ibiza. En este sentido, se encuentran furgonetas convertidas en minihoteles unipersonales o turismos que se alquilan por noche.
Según informó El Diario de Ibiza, más de una docena de furgonetas se ofrecían en el portal de Airbnb. Se trata de coches adaptados donde se puede hacer vida por 650 euros al mes. Lo peor es que no cuentan con baño, sólo tienen en su interior un colchón diminuto y un hornillo. Lo más llamativo es que se alquilan y la web registra una media de 300 visitas semanales. Interés hay, y negocio también.
La desesperación es tal que se puede llegar a pagar por una noche hasta 68 euros, a pesar de los terribles dolores de espalda con los que se puede levantar el inquilino del cochecama. Los reporteros de Ana Rosa Quintana, también visitaron algunas de estas furgocasas encontrando precios desorbitados. Una de las autocaravanas para alquilar ofrecía sólo un colchón y armario por 1.800 euros mensuales.
Hasta ahora, estos nuevos negocios de alquiler se amparan en el vacío legal existente. El Consistorio de Ibiza sigue emprendiendo medidas contra los chalets patera. La justicia obligó a Agustín Sales a derruir parcialmente la vivienda, pero el dueño ha conseguido parar la demolición y continúa alquilando el inmueble, según apuntan fuentes del Magazine de Telecinco. Por su parte, el Ayuntamiento ya ha anunciado que continuará denunciando la descontrolada situación de la isla.