Estados Unidos ha experimentado un salto adelante en materia de competitividad coincidiendo con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Así lo confirma el último estudio del instituto IMD, que elabora anualmente un ranking global orientado a medir la competitividad económica de decenas de países. Según dicho trabajo, el país del Tío Sam ha subido del cuarto al primer puesto del índice.
En la élite del informe elaborado por el instituto IMD aparecen otras economías como Hong Kong, Singapur, Países Bajos, Suiza, Dinamarca, Emiratos Árabes, Noruega, Suecia y Canadá. Otros países que se cuelan en el top veinte son Luxemburgo, Irlanda, China, Catar, Alemania, Finlandia, Taiwán, Austria, Australia y Reino Unido. Con resultados algo más bajos, pero igualmente dentro de las treinta primeras posiciones, aparecen Israel, Malasia, Nueva Zelanda, Islandia, Japón, Bélgica, Corea, Francia, República Checa y Tailandia.
El estudio toma en consideración 260 indicadores, de los que dos tercios son estadísticas tomadas de las agencias estadísticas nacionales. IMD evalúa cuatro grandes pilares: desempeño de la economía, capacidad de gestión del gobierno, eficiencia del sector privado y capacidad de las infraestructuras.
España, puesto 36
En los últimos cinco años, España había mejorado su resultado de forma progresiva. El índice elaborado por IMD certificó una remontada de once puestos, al hilo de la recuperación económica. Mientras que en 2013 figurábamos en el número 45 del ranking, en 2017 habíamos mejorado nuestra nota hasta llegar al puesto 34.
Sin embargo, la nota registrada en 2018 nos deja dos puestos peor que el pasado año. Caemos del número 34 de la lista al puesto 36 del índice. Según explican los autores del trabajo, la caída se explica por factores como la política tributaria seguida por el gobierno, por la complejidad de la regulación empresarial o por la falta de dinamismo del ámbito científico.
España logra el resultado más favorable en la categoría que mide la capacidad de las infraestructuras: somos el país número 27 de la lista que mide esta variable. A continuación, aparece la calificación recibida en lo relativo al desempeño de la economía, un ámbito en el que alcanzamos el puesto 31 del ranking. La nota es peor en lo relativo a la capacidad de gestión del gobierno (puesto 38) y en lo tocante a la eficiencia del sector privado (puesto 42). La calificación de nuestro país sigue muy golpeada por los niveles de paro. Si bien han mejorado, siguen siendo muy superiores a los del resto de economías desarrolladas.