La banca se ha plantado en bloque contra la propuesta estrella de Pedro Sánchez de aplicar un impuesto a las entidades financieras para pagar las pensiones. BBVA, Bankia, Caixabank y hasta la Asociación Española de la Banca (AEB) han calificado esta medida de "discriminatoria" en un sector en el que "ya pagamos muchos impuestos".
El Banco de España ha sido el último en pronunciarse este viernes y tampoco ha dudado en mostrar su rechazo a un tributo que, según presentó el PSOE en su programa antes de llegar al Gobierno, se dividiría en dos. El primer impuesto gravaría directamente a las entidades y el otro a las transacciones financieras. Según sus cálculos, ambos reportarían a las arcas del Estado unos 2.000 millones de euros al año.
Para el subgobernador del Banco de España, Javier Alonso, es un error crear "una sola figura impositiva sobre la que no se tiene experiencia". Como el resto de sus compañeros banqueros, Alonso ha hecho estas declaraciones en el seminario que ha organizado durante toda esta semana la Universidad Menéndez Pelayo (UIMP) bajo el título La economía ante el blockchain.
Créditos, comisiones, intereses...
Además, Alonso ha advertido de que este "impuesto sectorial" a la banca "probablemente acabará incrementando el coste de los créditos, bajando la remuneración de los depósitos e incrementando las comisiones, siempre y cuando los mercados pudieran aceptar esas medidas porque la competencia que existe es muy importante".
De llevarse a cabo, el efecto directo de este impuesto generaría "una presión a la baja sobre la rentabilidad bancaria" y "un banco que no gana dinero es un problema" porque las entidades financieras "tienen que tener rentabilidad para remunerar a los accionistas", ha explicado Alonso. Si no consiguen esa rentabilidad, los accionistas "desaparecen" y "si no hay capital, no hay crédito", ha insistido.
El subgobernador del Banco de España ha advertido de que "siempre que se ponen nuevos elementos en el precio de un producto, hay que seguir manteniendo el equilibro". Por eso, como ya es habitual que ocurra cuando se grava a un sector concreto, una de las fórmulas que utilizaría la banca para cuadrar sus cuentas sería trasladar a sus clientes el impuesto de Sánchez, con unos préstamos más caros, nuevas comisiones o con unos todavía más bajos intereses en sus depósitos.