El panorama audiovisual español se conforma con tres grandes grupos: Atresmedia, Mediaset y RTVE. Ambos tienen varios canales. La cadena pública posee cinco (La 1, La 2, Tele Deporte, 24 Horas y Clan), Mediaset cuenta con siete y Atresmedia con seis. A pesar de ello, Radio Televisión Española tiene 4.855 trabajadores, mientras que Mediaset contaba con 1.275 empleados en 2016 y Atresmedia 2.022. Es decir, entre los dos grupos privados suman 3.297 trabajadores, 1.558 empleados menos que la corporación pública.
Las cuentas del grupo público
El presupuesto actual de la cadena pública es de 674,7 millones de euros, lo que quiere decir que el coste por hogar es de 37 euros, sin contar las cadenas autonómicas y las radios públicas. Para la radio estatal nacional, el presupuesto es de 121,6 millones. Es decir, en total, este grupo de comunicación supone un desembolso de 796,3 millones, de los cuales 387,3 millones son para pagar los sueldos de la abultada plantilla. Si se suma el coste de las televisiones autonómicas, se superan los 1.800 millones o, lo que es lo mismo, 98,8 euros de gasto por hogar español al año. A pesar de todo, la cadena pública tiene una deuda financiera de 46,1 millones de euros.
El coste de los empleados de RTVE, cifrado en 387,3 millones de euros es mucho mayor que el de Mediaset y Atresmedia. De hecho, la cadena propietaria de Telecinco gasta poco más de 100 millones y Atresmedia algo más de 130 millones en pagar a sus empleados. Es decir, entre ambos grupos gastan unos 150 millones menos al año en sueldos que la tele pública.
Pero, a pesar de este desembolso, la audiencia prefiere el contenido de Atresmedia y Mediaset. En lo que va de 2018, el grupo encabezado por Telecinco es líder de audiencia en España, superando el 27% de cuota de pantalla. Atresmedia, por su parte, le sigue de cerca con unos datos que oscilan entre el 26,5% y el 27%. Por su parte, RTVE se mantiene 10 puntos alejada de ambas cadenas.
En manos del Gobierno de turno
Cuando llega un nuevo presidente a La Moncloa significa que se avecinan cambios en el Consejo de Administración de la cadena pública, en su línea editorial y, muchas veces, en los jefes de informativos. A pesar de que siempre se insiste en la intención de hacer de TVE una cadena independiente y similar a lo que es la BBC, los informes demuestran que la información de la cadena pública suele estar politizada. El próximo 10 de julio se espera que el nuevo Gobierno nombre otro presidente del grupo sustituyendo a José Antonio Sánchez, que ya ha abandonado la cúpula de dirección.