Durante décadas, el malestar de los contribuyentes por la excesiva presión del fisco se plasmó en interesantes trabajos intelectuales que reflejaron esta realidad con cifras y datos. Sin embargo, en los últimos años ha ocurrido algo inaudito en España. Y es que, en vez de quedarse en el debate de las ideas, los ciudadanos que quieren una fiscalidad más baja han salido a las calles a protestar, enarbolando la abolición del Impuesto de Sucesiones como punta de lanza de esta ofensiva.
Pero detrás de esa campaña no hay solamente una convicción ideológica, sino que también existe un fuerte componente social, asentado en la cruda realidad que están viviendo miles de españoles a la hora de enfrentar las obligaciones requeridas por este tributo. No en vano, los datos del Consejo General del Notariado apuntan que las renuncias a herencias han batido récord en 2017.
Para ser precisos, los distintos despachos del notariado español contabilizaron 42.987 rechazos de herencias durante el pasado año. Esta cifra supone una de cada diez tramitaciones, de modo que cada vez son más los españoles que no pueden asumir la herencia que les dejan sus familiares o amigos más cercanos. En términos diarios, hablamos de 118 renuncias diarias a herencias. Los 42.987 rechazos reflejan un fuerte crecimiento del 300% frente a los números que se observaban en 2007.
En cabeza del ranking de renuncias nos topamos con Andalucía y Cataluña. En la comunidad gobernada por Susana Díaz se registraron 8.341 renuncias a herencias, mientras que en la región mediterránea hubo 8.184. Por comparación, Andalucía y Cataluña se quedaban en 1.417 y 2.487 renuncias hace apenas una década.
Si analizamos los resultados mirando el porcentaje de herencias rechazadas sobre el total de transmisiones realizadas, la mayor conflictividad es la observada en Asturias, La Rioja y Baleares. En estas tres comunidades autónomas, los notarios constataron que se rechazó más del 15% de las tramitaciones. Igualmente elevados son los números de Andalucía, Cantabria o Murcia.
14.000 millones confiscados
Si nos fijamos en la recaudación del Impuesto de Sucesiones, encontramos que Navarra, Extremadura, Asturias, Madrid, Canarias, Galicia y Cantabria ingresan hoy menos que en 2012 en concepto del llamado impuesto a la muerte. Por el contrario, el resto de regiones ha aumentado la recaudación derivada del gravamen de Sucesiones, con un repunte del 75% en el caso de Valencia o del 22% en el de Andalucía.
En suma, este impuesto suele moverse entre los 2.500 y los 3.000 millones de euros de recaudación anual. El pasado año, el mordisco de Hacienda se movió en el entorno de los 2.725 millones de euros. Considerando el último lustro, los ingresos del fisco recogidos por esta vía superan los 14.000 millones.