España recibió un total de 31.120 solicitudes de protección internacional en 2017, el doble que un año antes (15.755) y un nuevo récord histórico, según el último informe anual publicado el lunes por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado. De hecho, esta cifra se aproxima a la suma de todas las registradas entre 2007 y 2014: un total de 34.411.
Como consecuencia, si hasta 2016 España solía atender tan sólo el 1% de las peticiones de asilo del conjunto de la UE, en 2017 registró el 4,4% del total, ya que, además, se produjo un sensible descenso en el conjunto del territorio comunitario, al pasar de 1,26 millones de solicitudes en 2016 a poco más de 704.000 el pasado año.
Esta caída se explica, básicamente, por la reducción de solicitantes en Alemania tras el endurecimiento de las políticas de asilo y los controles de entrada en el país teutón. Así, Alemania apenas registró 222.560 peticiones en 2017, un 76% menos que en el ejercicio previo. Pese a ello, siguió siendo el primer país en número de solicitantes en la UE, con el 29,8% del total. Le siguieron Italia, con 128.850; Francia, con 98.635; Grecia, con 58.705, y Reino Unido, con 33.780 solicitudes. Por primera vez, España ocupó el sexto lugar de la UE.
Por países de origen
Por países de procedencia, Siria volvió a ocupar el primer lugar, con 105.040 solicitantes, seguida de Irak, con 51.705, y Afganistán, con 47.705. En el caso concreto de España, el éxodo que sufre Venezuela es, por segundo año consecutivo, el factor clave que explica el sustancial incremento en el número de peticiones de asilo.
En 2017, un total de 10.350 venezolanos buscaron refugio en España, frente a los 3.960 de 2016 o los 596 de 2015. "A consecuencia del complejo contexto político y socioeconómico de este país latinoamericano, el número de personas forzadas al exilio ha aumentado exponencialmente. España es el principal destino de las personas originarias de Venezuela que solicitan protección internacional en la UE", según indica el informe.
Sin embargo, la respuesta del Gobierno español ha sido la denegación de la protección internacional al 99% de los solicitantes de Venezuela. Tan sólo 15 venezolanos lograron el estatuto de refugiado, ninguno obtuvo la protección subsidiaria y 1.530 recibieron una respuesta denegatoria.
Siria ocupó el segundo lugar en el número de peticiones, con un aumento de 2.975 de 2016 a 4.225 el pasado año. Solo 20 personas sirias lograron el estatuto, mientras que 3.470 obtuvieron la protección subsidiaria y 150 una respuesta negativa.
Colombia fue el tercer país de origen de un mayor número de solicitantes de asilo, con 2.460, un dato similar al de 2001, cuando el conflicto atravesaba uno de sus momentos más cruentos, y muy superior al de 2016 (615). La persistencia de la violencia y la posibilidad de viajar a Europa sin visado desde diciembre de 2015 explican este repunte.
En cuarto lugar, figuró Ucrania, con 2.265 solicitantes, una cifra levemente inferior a la del año anterior (2.570). Se mantuvo el descenso paulatino iniciado en 2016, aunque de forma moderada, puesto que persiste la guerra iniciada en la primavera de 2014.
En quinto y sexto lugar, se situaron con 1.165 solicitantes Palestina y Argelia. Palestina conoció un notable incremento desde los 355 de 2016, una consecuencia directa del impasse en las negociaciones de paz de un conflicto que ya dura setenta años. Un alto porcentaje de estas solicitudes se formalizaron en el aeropuerto de Madrid-Barajas. 115 personas originarias de Palestina obtuvieron el estatuto de refugiado y 130 la protección subsidiaria. Argelia también tuvo un incremento con respecto a 2016, año en el que se registraron 740 solicitudes.
En séptimo y octavo lugar se situaron El Salvador, con 1.120 solicitantes (frente a los 425 de 2016), y Honduras, con 970 frente a los 385 del año anterior. En ambos casos, se mantuvo el incremento de las personas solicitantes registrado ya en 2016. Se trata de casos que se explican por la violencia y la persecución relacionada con las maras y otros grupos violentos organizados.
En noveno lugar, estuvo Camerún, con 750 solicitantes frente a los 120 de 2016, una evolución que obedece al aumento de las solicitudes presentadas por mujeres que alegan ser víctimas de trata. La mayor parte de ellas ingresaron en territorio español por el aeropuerto de Madrid-Barajas y en un primer momento argumentaron persecución por motivos de su identidad sexual o por haber sido víctimas de matrimonio forzado o violencia de género.
Y, en décimo lugar, figuró Marruecos, con 525 solicitantes frente a los 340 de 2016. Destacaron las solicitudes formalizadas por personas que alegaron persecución por pertenecer al colectivo LGTB y las de personas procedentes de la región del Rif, donde a lo largo del año pasado hubo revueltas en demanda de mejoras sociales.
De las 31.120 personas que solicitaron protección internacional en España en 2017, el 58% fueron hombres (17.965) y el 42% mujeres (13.155), unos porcentajes similares a los de años anteriores. Tampoco hubo modificaciones en el reparto de este colectivo por franjas de edad, ya que el grupo mayoritario (51%) tenía entre 18 y 34 años. El 24% fueron menores de edad, un porcentaje similar al de 2016 (26%), a pesar del notable aumento de menores no acompañados llegados a las costas españolas.
"Negación, parálisis e improvisación"
Por último, el informe concluye que, "ante el notable aumento del número de solicitantes de protección internacional, la respuesta del Gobierno se enmarcó en un contexto de negación, parálisis e improvisación, que contribuyó a agravar el colapso del sistema de asilo".
Según Eurostat, de las 13.350 personas afectadas por las resoluciones que firmó el Ministerio del Interior, 8.675 obtuvieron una respuesta negativa (el 65%) y se otorgó algún tipo de protección internacional a 4.675 personas. De este modo, España se situó, con un 35% de reconocimiento, por debajo de la media de la UE (46%) y, sobre todo, de sus propios índices (67% en 2016).
El reconocimiento de protección subsidiaria se concedió a 4.080 personas y el de refugiado a 595, principalmente provenientes de Eritrea, Palestina y Marruecos. En porcentaje, destacó Eritrea, con el 100% de las resoluciones resueltas de manera favorable; seguida por Siria, con el 95%; Irak, con el 72%; y Palestina, con el 70%. En el ángulo opuesto, figuraron nacionalidades como la ucraniana, que, a pesar de la persistencia del grave conflicto bélico, tuvo un porcentaje de reconocimiento aún menor que en 2016 (el 9%) o los casos de Venezuela, con tan sólo el 1% de resoluciones favorables, El Salvador y Honduras (0%).