Entre 2016 y 2017, los juzgados de Valencia tuvieron conocimiento de distintos documentos que apuntan a la posible financiación irregular de PSOE-PSPV y Bloc-Compromís, articulada en torno a una presunta "caja B" coordinada a través de contratos de la agencia de comunicación y marketing CRESPO GOMAR SL.
Como ha explicado este diario, los informes policiales remitidos a los tribunales hablan de una presunta trama de facturas falsas que habría inflado irregularmente las cuentas de las agrupaciones socialistas de Valencia o Benidorm. De hecho, la investigación también encontró un esquema similar tras repasar las cuentas de Bloc-Compromís, de modo que el partido de Mónica Oltra también está siendo investigado.
En este sentido, tiene especial relevancia el cuestionamiento al que fue sometido un grupo de ex trabajadores de la agencia CRESPO GOMAR SL. El resultado de estas declaraciones testificales es revelador.
Según explican los antiguos trabajadores de la agencia, las empresas que habrían participado en la trama no eran clientes reales de CRESPO GOMAR SL. Los documentos policiales ponen de manifiesto que ninguno de los trabajadores entrevistados reconoció haber participado en ninguna campaña publicitaria que tuviera como destinatario a cualquiera de las empresas salpicadas por la trama (a saber: Hospimar, Metrovacesa, Quick Meals Ibérica (Burger King), Lubasa y Engevasa).
Además, mientras que las presuntas facturas falsas que hacían funcionar la red brillan por su ausencia de detalle, los ex trabajadores de CRESPO GOMAR SL aclaran que "por lo general, los presupuestos de la agencia sí se elaboraban con todo detalle, especialmente cuando eran de mayor importe".
La empresa de la discordia
CRESPO GOMAR SL nace en noviembre de 2001 en Gandía y queda extinta diez años después. Su presidente, Alberto Gomar, era el hijo del ex alcalde de Gandía, Antoni Gomar. La compañía sufrió una fuerte caída de ingresos cuando el PSOE valenciano dejó de estar controlado por Joan Ignasi Pla. No obstante, Alberto Gomar también sacó adelante un segundo proyecto empresarial, Ossido Comunicación, que resultó beneficiario de distintos contratos concedidos por el Ayuntamiento de Gandía.