A pesar de que el desempleo se encuentra en un 3,8% en Estados Unidos y ya hay más ofertas de empleo que personas desocupadas en el país -hito histórico-, existe cierta preocupación sobre el futuro laboral, tal y como muestran varias encuestas. Concretamente, un estudio realizado por Brookings refleja que los avances tecnológicos y los procesos de automatización son las grandes preocupaciones de los trabajadores estadounidenses.
Muchos trabajadores ya están comenzando a notar las primeras señales del cambio tecnológico que se avecina, pero ningún organismo internacional ha llegado a una previsión conjunta sobre lo que pasará en la próxima década. Por un lado, la OCDE estima que solo se perderá un 14% de los puestos de trabajo actuales -que serían sustituidos por otros nuevos-, mientras que Bruegel cree que ese porcentaje será del 54%. Por su parte, McKinsey Global Institute asegura que un 60% de las ocupaciones actuales tiene un 30% de posibilidades de ser automatizadas en el futuro y de ellas, el 15% serán automatizadas para el año 2030.
Sin embargo, aunque los trabajadores se muestran preocupados, los estudios apuntan a que surgirán nuevas profesiones derivadas de la revolución tecnológica. Es decir, a pesar de que muchos trabajos actuales desaparecerán y serán realizados por máquinas y robots, se crearán otras profesiones, hasta ahora desconocidas. Este fenómeno se ha repetido casi continuamente en los últimos dos siglos de historia. Con la revolución industrial fueron apareciendo nuevos procesos de producción y nuevas maquinarias, pero eso no supuso un paro masivo, sino la creación de nuevas profesiones.
En el caso de los tradicionales telares, cuando se utilizó la tecnología muchos empleados que se encargaban de hacer el trabajo más rudimentario fueron despedidos porque su función la pasaron a hacer las máquinas, pero se generaron puestos de trabajo para ingenieros, fabricantes y obreros encargados de crear las nuevas máquinas. Además, como la demanda de algodón creció, también se necesitaron más trabajadores para el campo.
Un informe de PwC ha analizado cómo afectarán los cambios tecnológicos a hombres y mujeres. Según la consultora internacional, habrá tres olas de automatización. La primera de ellas llegará en 2020 a Estados Unidos y afectará al 2% de los varones y al 4% de las féminas. Esta primera fase podría acabar con puestos de trabajo muy diversos, como bibliotecarios, cajeros, cobradores de impuestos, teleoperadores, técnicos matemáticos, secretarios, etc. La segunda ola llegará entre 2020 y 2030 y afectará a un 23% de las mujeres y a un 16% de los varones. En esta década los más afectados serán aquellos que tengan puestos de trabajo como camareros, recepcionistas, servicios postales, auditores, cocineros o técnicos farmacéuticos.
La última ola, que llegaría en 2030, afectaría a un 34% de los varones y a un 26% de las féminas. En total, la automatización afectaría a un 52% de los puestos de trabajo desarrollados por hombres y a un 53% de los realizados por mujeres. A pesar de ello, el Foro Económico Mundial cree que el 96% de los afectados podrán desarrollar otras ocupaciones laborales aumentando su formación laboral.
Los empleos menos afectados
Por último, la Universidad de Oxford publicó una lista con aquellos empleos que corrían mayores riesgos de desaparecer y aquellos que apenas quedarán afectados. Los terapeutas recreacionales, los directores de gestión de emergencias, los instaladores y mecánicos y los trabajadores sociales serán los que menos sufrirán los procesos tecnológicos de la próxima década.