El Senado canadiense ha dado luz verde el pasado jueves al proyecto de ley que permite consumir, producir y vender marihuana de forma legal con fines recreativos. Con 56 votos a favor, 30 en contra y 1 abstención, Canadá podría convertirse en el primer país del G-7 en aprobar esta medida.
Vote result on third reading of Bill #C45, as amended: Yeas: 56 Nays: 30 Abstentions: 1 https://t.co/wp8fYQUZ1V #SenCA #cdnpoli #Cannabis pic.twitter.com/NZ9Xya2bGV
— Senate of Canada (@SenateCA) June 8, 2018
Desde el Senado canadiense explican que con esta legalización aseguran que todas las fases de la cadena de valor de esta industria sean lícitas. El objetivo de la ley C-45 es "reducir el acceso de los jóvenes al cannabis y proteger la salud y seguridad pública asegurando la calidad de los productos". Además, pretenden frenar "la actividad criminal con la imposición de sanciones estrictas para aquellos que operen fuera del marco legal".
A pesar de la votación a favor del primer borrador, el debate volverá a la Cámara baja en unas semanas ante la presentación de más de 40 enmiendas por parte de varios senadores. Si se aprueba el texto, se retomará el debate en septiembre.
El primer ministro Justin Treude incluyó la promesa de despenalizar esta droga durante su campaña electoral de 2015 y ha trabajado en el tema desde que ocupó el cargo. En abril del 2017, el Gobierno presentó este proyecto de ley con el fin de reducir los problemas sociales que causa y con la promesa de legalizar su consumo el 1 de julio de este año, coincidiendo con la fiesta nacional de Canadá. Sin embargo, esto no será posible hasta finales de año.
Por su parte, el ministro de Justicia, Jody Wilson-Raybould, celebró la aprobación, ya que la ley "creará un mercado estrictamente regulado para el cannabis, para mantenerlo fuera del alcance de los jóvenes y privar a los delincuentes de los beneficios".
La ley C-45 prohíbe la posesión en un espacio público de más de 30 gramos de marihuana o el cultivo de más de cuatro plantas. El incumplimiento de estas normas supondrá una multa de hasta 4.000 euros y penas máximas de prisión de 6 meses. Además, aquellos que vendan esta droga de forma ilegal podrían estar en prisión durante 14 años.
Esta nueva ley legalizaría el cannabis con fines recreativos, aunque la venta de este psicotrópico ya es legal en Canadá desde el 2001 para uso medicinal. De momento, solo pueden acceder al cannabis aquellos pacientes, mayores de edad y residentes en el país, que dispongan de autorización. El Gobierno permite su consumo a enfermos de cáncer o VIH o a aquellos que sufran depresión o dolores crónicos.
Uruguay, el primer país en legalizar la marihuana
Uruguay legalizó la producción, distribución y consumo a finales del 2013. Sin embargo, esta cadena se encuentra en manos del Estado, que es el responsable de producirla con un sello de garantía de calidad. Los uruguayos mayores de edad pueden comprar hasta un máximo de 10 gramos por semana. Desde el pasado año, el cannabis se vende en farmacias con licencia por menos de dos euros el gramo.